Agencias, Ciudad de México.- El gigante de las telecomunicaciones, muy presente en América Latina pero también en Reino Unido, obtuvo 298 millones de euros (325 millones de dólares) de beneficio neto, frente a los 706 millones de euros del primer trimestre de 2022.
La facturación, por su parte, aumentó un 6.7%, hasta los 10,045 millones de euros (10,980 millones de dólares).
El beneficio en los tres primeros meses del año fue inferior al esperado por los analistas encuestados por el suministrador de información financiera Factset, que esperaban una media de 333 millones de euros de beneficio. La facturación, por el contrario, es ligeramente superior a la esperada (9,790 millones de euros).
La caída del beneficio se explica en buena medida por un efecto comparativo desfavorable, ya que Telefónica obtuvo en el primer trimestre de 2022 casi 200 millones de euros de plusvalía gracias a la venta de su filial colombiana InfraCo al fondo de inversión estadounidense KKR.
Telefónica, también afectada por las presiones inflacionarias, ha “empezado el año con fuerza, a pesar del enorme reto que conlleva el entorno económico global”, dijo en un comunicado el presidente del grupo, José María Álvarez-Pallete, quien destacó los buenos resultados comerciales de su compañía.
El grupo comunicó que sus ingresos aumentaron en todos los mercados en los que opera, especialmente en Brasil (+17.5%) y Alemania (+8%).
En los tres primeros meses del 2023, el mercado español representó el 27% de los ingresos del grupo, Brasil el 20%, Alemania el 18%, Reino Unido el 13% y el resto de Latinoamérica el 19%.
El grupo español anunció además que ha seguido reduciendo su deuda, la cual alcanzó los 26,443 millones de euros a finales de marzo, un 3.5% menos que en marzo de 2022 (27,500 millones de euros).
Estas cifras “sitúan a la compañía en la senda del cumplimiento de los objetivos financieros” para todo el año, subrayó Telefónica en el comunicado, en el que confirmó el reparto de un dividendo para 2023 de 0.30 euros por acción.
El mercado español de las telecomunicaciones se encuentra en plena ebullición luego del anuncio el verano pasado de que Orange y MásMovil buscan fusionar sus actividades en el país.
Esta fusión, que debería dar lugar a la segunda empresa de telecomunicaciones del país, está a la espera de la decisión de la Comisión Europea, que abrió una investigación sobre la operación a principios de abril por temor a una reducción de la competencia que implique una subida de precios para los consumidores.
