Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.- Para el Fondo Monetario Internacional la guerra en Ucrania está a punto de desatar disturbios sociales en Europa, pues además de las consecuencias económicas que ha generado y el temor a la recesión que sigue latente, se acerca el invierno y las consecuencias por la crisis energética podrían ser devastadoras.
“Ciertamente existe el temor a la recesión en algunos países o, incluso si no es recesión, que se sienta como tal este invierno. Si la madre naturaleza decide no cooperar y el invierno es realmente duro, eso podría provocar cierto malestar social”, dijo la semana pasada Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El FMI no se ha guardado sus concejos para los europeos y ha recomendado al Banco Central de esa comunidad de países mantener el equilibrio en su lucha contra la inflación, sin perder de vista “la necesidad de mantener la economía en marcha”.
Pero los europeos están conscientes del peligro que se avecina, y Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ya presentó una iniciativa de reforma para el mercado de electricidad en Europa que busca frenar la crisis energética derivada de los altos precios al consumidor.
“El diseño actual del mercado de la electricidad ya no hace justicia a los consumidores, que deberían aprovechar los beneficios de la energía renovable de bajo costo. Por lo tanto, es necesario desvincular los precios de la electricidad de la influencia dominante del gas”, declaró la funcionaria ante el Parlamento Europeo.
“En nuestra economía social de mercado, los beneficios son buenos, pero en estos tiempos es equivocado tener ganancias extraordinarias beneficiándose de la guerra. Los beneficios deben ser repartidos y canalizados a quienes más lo necesitan”, dijo Von der Leyen al promover los límites en los beneficios de las empresas generadoras de energía de bajo costo.
Según las cuentas de la presidenta de la Comisión Europea, limitar las ganancias de estas empresas, implicaría una recaudación de 140 mil millones de euros que servirían para programas sociales entre la comunidad europea más vulnerable.
El plan de Ursula von der Leyen se deriva de una petición conjunta de los ministros de energía de la Unión Europea para detener la crisis energética y tomar medidas antes de que llegue el invierno.
Entre las medidas que está promoviendo la presidenta de la Comisión Europea, se dio a conocer la creación de un banco público para hidrógeno, cuya inversión alcanzaría los 3 mil millones de euros. El plan también contempla acumular reservas estratégicas de materias primas para la industria, entre las que destaca el litio.
Francia ya adelantó que además de las medidas que están tomando en la Comisión Europea, su gobierno frenará los aumentos en el gas natural y la electricidad en un tope máximo de 15 por ciento a partir del siguiente año.
Dinamarca también dio a conocer un plan que le costará al gobierno 6 mil millones de euros para apoyar a los usuarios con las facturas de gas y electricidad e intentar neutralizar los altos costos de la energía en la región.
La proyección de la Unión Europea sobre el valor de la energía en los países del bloque registra que el costo de la electricidad en 2023 será 10 veces más costosa que en 2021, y el gas será cinco veces más caro que en 2020, unas cifras que revelan que la otra guerra por la energía en Europa es ya una realidad y amenaza con salirse de control si los alcanza el invierno.