Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Las auroras en los polos de Júpiter están calentando la atmósfera del planeta a una mayor profundidad de lo que se pensaba, y se trata de una respuesta rápida al viento solar.
Es la conclusión de nuevas observaciones de telescopios basados en la Tierra, base de una investigación publicada en Nature Astronomy.
“El impacto del viento solar en Júpiter es un ejemplo extremo del clima espacial”, dijo James Sinclair, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, quien dirigió el estudio. “Estamos viendo que el viento solar tiene un efecto más profundo de lo que normalmente se ve”.
Las auroras en los polos de la Tierra (conocidas como la aurora boreal en el Polo Norte y la aurora austral en el Polo Sur) ocurren cuando las partículas energéticas expulsadas del sol (el viento solar) interactúan y calientan los gases en la atmósfera superior. Lo mismo sucede en Júpiter, pero las nuevas observaciones muestran que el calentamiento va dos o tres veces más profundo dentro de su atmósfera que en la Tierra, en el nivel más bajo de la atmósfera superior de Júpiter, o estratosfera.
Comprender cómo el flujo constante de sol del viento solar interactúa con los ambientes planetarios es clave para comprender mejor la naturaleza misma de cómo evolucionan los planetas y sus atmósferas.
“Lo sorprendente de los resultados es que pudimos asociar por primera vez las variaciones en el viento solar y la respuesta en la estratosfera, y que la respuesta a estas variaciones sea tan rápida para un área tan grande”, dijo Glenn Orton, coautor y parte del equipo de observación del JPL.
Un día después de que el viento solar golpeara a Júpiter, la química en su atmósfera cambió y su temperatura aumentó, encontró el equipo. Una imagen infrarroja capturada durante su campaña de observación en enero, febrero y mayo de 2017 muestra claramente los puntos calientes cerca de los polos, donde se encuentran las auroras de Júpiter. Los científicos basaron sus hallazgos en observaciones realizadas por el Telescopio Subaru japonés, en la cima de la cumbre de Mauna Kea en Hawai.
El instrumento infrarrojo COMICS del telescopio registró imágenes térmicas, que capturan áreas de temperaturas más altas o más bajas, de la estratosfera de Júpiter.
“Tales reacciones químicas y de calentamiento pueden decirnos algo acerca de otros planetas con ambientes hostiles e incluso de la Tierra primitiva”, dijo Yasumasa Kasaba de la Universidad de Tohoku, quien también trabajó en el equipo de observación.
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— Phys.org (@physorg_com) April 9, 2019