Agencias/Washington.- La Casa Blanca descartó hoy que el Presidente Donald Trump extienda la fecha límite del 5 de marzo que dio al Congreso para presentar una solución legislativa para los 690 mil beneficiarios del programa DACA, o de lo contrario poner en marcha el proceso para eliminarlo.
El jefe de Gabinete, John Kelly, argumentó que debido a que el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) establecido en 2012 por el entonces Presidente Barack Obama es considerado como ilegal por no descansar en ley alguna, no cree que el mandatario tenga la autoridad para extenderlo.
Lo dudo mucho”, respondió el exmilitar retirado cuando fue cuestionado al respecto por un grupo de reporteros en el Capitolio, poco después de celebrar una reunión a puerta cerrada con el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell.
Kelly dijo que aunque la última palabra la tendrá el mandatario, su consejo a éste será en contra de la extensión por considerar que el Congreso ha tenido tiempo suficiente para responder al llamado del mandatario, si bien hasta ahora no ha habido consenso entre republicanos, demócratas y la Casa Blanca.
Dos semanas atrás, Trump presentó una propuesta migratoria que descansa en cuatro pilares, con la expectativa de que pudiera servir como base para una eventual iniciativa legislativa a ser discutida en el Senado, que no parece haber generado apoyo suficiente entre los dos partidos.
Trump ofreció una ruta a la ciudadanía para 1.8 millones de inmigrantes indocumentados que llegaron al país siendo niños, ampliando por mucho el universo cubierto por DACA, además de reformas para limitar la migración en cadena y terminar con la lotería de visas.
A cambio de ello, solicitó una partida de 25 mil millones de dólares para financiar la construcción del muro, contratar más personal para agencias migratorias y fortalecer la seguridad fronteriza a través de mejoras en infraestructura y el despliegue de más tecnología.
Pero los demócratas, tanto de la Cámara de Representantes como del Senado, se han manifestado contra ese plan argumentando que el mandatario solamente busca usar a los jóvenes indocumentados como fichas de negociación política para un acuerdo que consideran inaceptable.