Agencias/Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- Un comando atacó a balazos la sede del diario El Debate en Culiacán, sacudida por una guerra entre dos facciones del cártel de Sinaloa en medio de la creciente sospecha sobre los vínculos del gobernador Ruben Rocha Moya emanado del partido oficialista Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) con los barones de la droga en esa región del noroeste de México.
El ataque contra las instalaciones de El Debate no arrojó víctimas fatales, aunque contribuyó a acrecentar el miedo entre la población en Sinaloa.
Posteriormente, un trabajador del periódico El Debate de Sinaloa, fue secuestrado el día sábado por presuntos criminales, denunció el rotativo que fue blanco el jueves de un ataque a balazos.
Según una denuncia del diario en su cuenta en la red social X, la víctima es un hombre que trabaja como repartidor y que al amanecer, cuando se disponía a entregar los ejemplares, fue agredido por desconocidos.
“Fue tirado de su moto por sujetos a bordo de un vehículo. Cuando otro compañero fue a auxiliarlo para llevarlo a recibir atención médica, fue privado de la libertad”, señaló El Debate en su mensaje.
La organización defensora de la libertad de expresión Artículo 19 lanzó un llamado para que autoridades federales y estatales se coordinen “urgentemente” para localizar al trabajador, cuyo nombre no ha sido revelado oficialmente.
Tras la agresión, una veintena de comunicadores y defensores de derechos humanos se manifestaron para exigir un alto a la violencia y las agresiones contra periodistas.
La lucha entre dos bandos del Cártel de Sinaloa ha provocado la muerte de casi dos centenares de personas en el estado de Sinaloa desde comienzos de septiembre, seis de ellos el jueves pasado en medio de una nueva jornada violenta que incluyó el ataque al periódico.
Según la Secretaría de Seguridad de Sinaloa, desconocidos abrieron fuego contra las instalaciones del diario la noche del jueves. Cuatro disparos de armas largas impactaron la fachada y varios más dañaron cuatro vehículos.
Además, un hombre dejó una pistola de juguete en las oficinas del diario en la localidad de Guasave, el día viernes.
México es considerado por organizaciones de prensa como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con unos 150 comunicadores asesinados desde el año 2000.
Bajo la amenaza generalizada del crimen organizado, los periodistas de Sinaloa desarrollan sus actividades en condiciones de seguridad extremas.
Las acciones del jueves incluyeron además bloqueos de vías e incendios de vehículos.
La guerra en Sinaloa se desató tras el arresto, del cofundador del cártel de Sinaloa, Ismael “El Mayo” Zambada, en un aeropuerto privado en Nuevo México, a las afuers de El Paso, Texas, Estados Unidos, el pasado 25 de julio.
Zambada, de 76 años, fue detenido junto con Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien cumple cadena perpetua en Estados Unidos.
El heredero de “El Chapo” habría entregado a Zambada en busca de beneficios judiciales para él y un hermano preso en ese país.
La confrontación en Sinaloa involucra a pistoleros leales a “El Chapo” y sus hijos contra aliados de Zambada, quien se declaró inocente de una serie de cargos en un tribunal de Nueva York en septiembre pasado.
Ayer, Zambada compareció de nuevo ante la corte de Nueva York, que analiza si es elegible a la pena de muerte al haber sido detenido en territorio estadounidense sin ningún convenio de extradición de por medio, la decisión ha quedará en manos de las máximas autoridades judiciales de Estados Unidos.
El pasado 25 de julio, en un confuso operativo que las autoridades estadounidenses capturaron a ‘El Mayo’ Zambada García, junto a Joaquín Guzmán López, uno de ‘Los Chapitos’ en un aeropuerto de El Paso, Texas.
El Gobierno mexicano no participó en el operativo y se enteró con los hechos consumados.
Después de la sorpresa inicial, circuló la versión que se ha convertido en una verda urbana, que señaló a Guzmán López de haber secuestrado, con el apoyo de agentes de Estados Unidos a ‘El Mayo’ Zambada, abriendo la puerta a una disputa interna encarnizada en el Cártel de Sinaloa.
El pasado 10 de agosto, Ismael “El Mayo” Zambada reveló en una carta difundida a través de su abogado que el día de su arresto había sido citado a una reunión con el Gobernador emanado del partido oficialista MORENA, Rocha Moya y el ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) Héctor Melesio Cuén Ojeda, siendo secuestrado y posteriormente trasladado a El Paso, Texas, Estados Unidos.
En la carta escrita en primera persona ‘El Mayo’ Zambada, narró los hechos registrados en Sinaloa antes de ser entregado a las autoridades estadounidenses en El Paso, Texas.
En la carta ‘El Mayo’ Zambada aseguró que habría sido secuestro tras acudir a una reunión en la que supuestamente acuduría el gobernador de Sinaloa, Rocha Moya y Cuen Ojeda exalcalde de Culiacán y exrector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
‘El Mayo’ relató que fue invitado a la reunión por Joaquín Guzmán López “para ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos de nuestro estado”, dado que existía una disputa entre el gobernador Rocha Moya y Cuen Ojeda, sobre quién dirigiría la UAS.
De acuerdo a ‘El Mayo’ la reunión se llevaría a cabo en el rancho y centro de eventos Huertos del Pedregal, ubicado a las afueras de Culiacán.
Zambada describió que en el lugar había hombres armados vestidos de verde. Y él llegó acompañado por cuatro integrantes de su cuerpo de seguridad.
‘El Mayo’ reveló que ese día vio con vida a Cuén Ojeda, diputado federal electo asesinado horas después en Culiacán, Sinaloa.
“Me pidieron que asistiera a una reunión para ayudar a resolver diferencias entre los líderes políticos en nuestro estado. Estaba al tanto de una disputa en curso entre Rubén Rocha Moya, el Gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, el ex congresista federal, Alcalde de Culiacán y Rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), sobre quién debería liderar esa institución.
“Me dijeron que, además de Héctor Cuén y el Gobernador Rocha Moya, también estaría presente Iván Guzmán Salazar”, señaló “El Mayo”, según un documento compartido en X por Alan Feuer, periodista del NYT.
Zambada García, llegó a la cita con anticipación, pero fue emboscado por hombres armados y transportado en un avión privado a Estados Unidos.
Contó que ese 25 de julio, arribó antes de las 11:00 horas a un rancho y centro de eventos llamado Huertos del Pedregal, a las afueras de Culiacán.
Añadió que llegó con un comandante de la Policía Judicial de Sinaloa, a quien identificó como José Rosario Heras López, y quien sigue en calidad de desaparecido hasta la fecha.
“Vi un gran número de hombres armados vestidos con uniformes militares verdes que supuse eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos. Estaba acompañado por cuatro miembros de mi equipo de seguridad, de los cuales dos se quedaron afuera del perímetro.
“Los dos que entraron conmigo fueron José Rosario Heras López, Comandante en la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, un miembro de mi equipo de seguridad desde hace mucho tiempo”, dijo.
Pero tan pronto como lo vio llegar, Joaquín Guzmán le dijo que lo siguiera, pues estaba confiado de quiénes asistirían al encuentro. Pero todo sirvió para secuestralo.
“Mientras caminaba hacia el área de la reunión, vi a Héctor Cuén y a uno de sus asistentes. Los saludé brevemente antes de entrar a una habitación que tenía una mesa llena de frutas.
“Vi a Joaquín Guzmán López, a quien conozco desde que era un joven, y me hizo una seña para que lo siguiera. Confié en la naturaleza de la reunión y las personas involucradas, así que lo seguí sin dudarlo.
“Me llevaron a otra habitación que estaba oscura. Tan pronto como entré en esa habitación, fui emboscado. Un grupo de hombres me asaltó, me golpeó en el suelo y me colocó una capucha de color oscuro sobre mi cabeza.
“Me ataron y esposaron, y luego me obligaron a subir a una camioneta. Durante todo este trayecto, fui sometido a abuso físico, lo que resultó en lesiones significativas en mi espalda, rodilla y muñecas”, reprochó.
Pasados entre 20 o 25 minutos, agregó, ya estaba en una pista de aterrizaje y de ahí fue transportado a Estados Unidos en aeronave desconocida, donde solo iban él, el piloto y el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Joaquín me quitó la capucha de la cabeza y me ató con ligaduras de plástico al asiento. No había nadie más a bordo del avión excepto Joaquín, el piloto y yo.
“El vuelo duró alrededor de 2 horas y media a 3 horas, sin paradas hasta que llegamos a El Paso, Texas. Fue allí en la pista donde los agentes federales de los Estados Unidos tomaron custodia de mí”, relató.
Cuén Ojeda, aseguró Zambada García, fue asesinado ese mismo día después de verlo y no por la noche en un aparente intento de robo, como declararon autoridades de Sinaloa.
“Soy consciente de que la versión oficial que cuentan las autoridades estatales de Sinaloa es que Héctor Cuén fue baleado en la noche del 25 de julio en una gasolinera por dos hombres en una motocicleta que querían robar su camioneta. Eso no es lo que sucedió.
“Fue asesinado al mismo tiempo y en el mismo lugar donde fui secuestrado”, aseguró Zambada García.
El líder del Cártel de Sinaloa dijo que nunca cooperó con el Gobierno de Estados Unidos y fue llevado contra su voluntad.
“La idea de que me entregué o cooperé voluntariamente es completamente y categóricamente falsa. Fui llevado a este país (Estados Unidos) por la fuerza y bajo coacción, sin mi consentimiento y en contra de mi voluntad”, manifestó.
A partir de esa fecha se temió una crisis de violencia, que finalmente estalló, el pasado 9 de septiembre.
Desde entonces, el miedo ha permeado entre los habitantes que han visto la secuencia de los tiroteos día tras día y noche tras noche en medio del vacío de poder gubernamental que suspendió las clases desde el nivel básico hasta el superior y los festejos del Grito de la Independencia del pasado 15 de septiembre, en Sinaloa.
El olor a pólvora, reguero de casquilos percutidos y hombres ejecutados rodean por doquier cada rincón de las calles de Sinaloa. El monstruo del narcotráfico está allí y reclama venganza derivado de las traiciones del poder en turno hacia uno de los históricos capos de la región: Ismael ‘El Mayo’ Zambada.
Los habitantes no han podido apartar el miedo y optaron por permanecer callados al interior de sus viviendas para evitar ser alcanzados por alguna bala pérdida en las calles. Cualquier ruido o sombra extraña los obliga a buscar las áreas de mayor seguridad en sus viviendas.
La disputa entre ‘Los Chapitos’ y ‘Los Mayos’ antes socios hoy enemigos irreconciliables ha desatado una cacería que prevé no dejar carne viva entre ellos.
En los últimos 39 días oficialmente han sido contabilizados más de 200 cadaveres, 11 heridos de bala y 234 desaparecidos de manera forzada en Culiacán y Eldorado, Sinaloa. Y otros que no forman parte de las estadísticas de gobierno han muerto con los pertrechos de ‘guerra’ puestos en varios puntos de Sinaloa.
Los intercambios de fuego entre los sicarios de “Los Chapitos”, como se le conoce a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, contra los pistoleros de “El Mayito Flaco”, hijo de Ismael ‘El Mayo’ Zambada, llevan dedicatorias de balas con destino al infierno.
El pasado 5 de octubre, unos 590 elementos de la Guardia Nacional se sumaron a los contingentes desplegados en el estado de las Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano y Fuerza Aérea, que desde inicios de septiembre mantienen operativos de seguridad en Sinaloa.
En ese contexto, el gobernador Rubén Rocha Moya dijo que el ataque contra el periódico El Debate ha sido un atentado ‘a la libertad de expresión”.
Rocha ordenó reforzar la presencia policial en la sede del rotativo, que se publica hace 70 años.
“Reitero mi rechazo a la violencia que agravia a la sociedad sinaloense y atenta contra la libertad de expresión. Expreso mi solidaridad al periódico El Debate, directivos y periodistas de esta respetable casa editorial, por la agresión de que han sido objeto sus instalaciones”, dijo la mañana de este viernes el gobernador en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.
El funcionario detalló que solicitó a la titular de la Fiscalía de Sinaloa, Claudia Zulema Sánchez Kondo, que realice una “investigación inmediata sobre lo ocurrido.
Las declaraciones de Rocha Moya han sido tomadas como plegarias al aire en medio de la creciente sospecha urbana sobre sus vínculos con el cártel de Sinaloa.