Agencias/Ciudad de México.- Con medio siglo de trayectoria, la leyenda del hard rock y heavy metal Alice Cooper debutó en tierra azteca para cerrar con broche de oro la primera edición del festival Domination, que se realizó durante este fin de semana en el Autódromo Hermanos Rodríguez y que registró un aforo de 120 mil asistentes, durante los dos días.
Con la teatralidad que lo caracteriza, el cantante enloqueció a la multitud al salir de un baúl, vestido con una bata blanca y el rostro cubierto de sangre para interpretar Feed My Frankenstein, tema en el que incluso porta una máscara antigases antes de ingresar a una cámara que lo convertirá en el monstruo, una enorme marioneta que, tras cobrar vida, recorre el escenario bailando entre los músicos.
A esa pieza siguió Cold Ethyl, en la que baila y maltrata a una muñeca de trapo, que después reaparece, pero ya como una bailarina de verdad, para realizar el performance en el tema Only Women Bleed. A estas piezas, siguieron una serie de temas, todas con interpretación/actuación de la superestrella del metal.
Sin embargo, el show del también actor inició una hora antes, con la melodía la cinta Halloween, de John Carpenter, y un entarimado iluminado en rojo. Entonces, el originario de Detroit apareció ataviado con una capa negra y su clásica sombra negra en los ojos para interpretar, entre otros, Burtal Planet y No More Mr. Nice Guy, en la que salieron llamas de la parte superior de los dos escenarios principales; así como Under My Wheels y Billion Dolar Babies, en la que blandió una espada que tenía dólares ficticios, que pronto cayeron sobre el entarimado.
Las cuatro pantallas de los proscenios gemelos proyectaron la poderosa imagen del artista, quien portó una chamarra con una bandera de EU, para cantar Lost In America; y tuvo otro cambio de saco para interpretar Serious y Fallen In Love -piezas en las que tocó la armónica- y Woman Of Mass Distraction.
El ícono del rock cedió unos minutos el centro del proscenio a su guitarrista Nita Strauss, quien dio una muestra de su talento a los miles de espectadores que acudieron a ver al también integrante de la banda The Hollywood Vampires.
Acto seguido, llegó el clásico Poison, celebrado y coreado por la multitud, que más que gritos y saltos, disfrutaba sin perder detalle de lo que ocurría frente a sus ojos, allá en el entarimado, donde la leyenda ya se había dejado ver con sombrero de copa alta y saco. Entonces, sus músicos volvieron a ser el centro de atención, primero con un solo de batería, después los bajistas y guitarristas juntos.
A esos temas siguieron los números más dramáticos. Después del tema en honor a la obra de Mary Shelley, el cantante apareció con una camisa de fuerza para cantar Paranoiac Personality, el cual concluye con el homicidio de la enfermera que lo atiende.
También interpretó/actuó Killer, en el que es pasado por la guillotina; y I Love The Dead, en el que su cabeza -una figura de maniquí maquillada al estilo Cooper-, ya cercenada, es mostrada al público en lo alto. A este performance, siguió I’m Eighteen, con la que cerró la primera parte de su espéctaculo, en el que participa su hija Calico Cooper.
En cuestión de minutos, volvió vestido de blanco -saco y sombrero- y portando una réplica de la playera de la selección mexicana de futbol, con el número 18, para cantar School’s Out, que incluye un fragmento de Another Brick In Wall, de Pink Floyd, el cual fue coreado por la multitud.
“¡Alice, Alice, Alice!”, le gritó el público con euforia. “Es mi primera vez en México, pero no será la última”, respondió el artista de 71 años a modo de despedida.
Previo a la llegada de Cooper al escenario Domination, grupos como Lamb Of God y Dream Theater hicieron lo propio en los escenarios Distorsion y Headbanger’s.
Una hora antes, el punk rock de los estadunidenses Dead Kennedys congregó a varios miles en el entarimado Evolution, hasta donde llegaba el audio de otros escenarios como el del Headbanger’s y de la carpa Raven’s Nest.
Sin embargo, ese no fue impedimento para que los congregados a escuchar de la propuesta de la banda originaria de San Francisco disfrutarán del show. Ahí, uno de los integrantes del grupo expresó que “el metal (música) nos une”, antes de cantar su clásico California Uber Alles.
