Agencias/Foto- @MinamPeru/Ciudad de México.- Las mujeres peruanas conmemoraron hoy el Día Internacional de la Mujer Indígena, en medio de la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), la pobreza y desempleo que las agobia, afirmó hoy Prisilda Quispe, quien vive en el barrio limeño de Villa El Salvador.
Quispe dijo a Xinhua que los efectos sociales de esta crisis sanitaria han golpeado duramente a la población indígena de Perú.
Aclaró que el Día Internacional de la Mujer Indígena “no es una celebración, porque con esta pandemia nos ha tocado enfrentar con entereza los contagios y muertes de nuestros familiares”, sin embargo resaltó la designación de este día, instaurado en 1983, en el marco del Segundo Encuentro de Organizaciones y Movimientos de América, en Bolivia, para valorarlas como custodias de la lengua y la cultura de estos pueblos.
Quispe, quien es graduada como maestra de educación intercultural, precisó que la paralización económica provocada por la pandemia la dejó sin empleo desde mediados de marzo.
El presidente peruano, Martín Vizcarra, declaró Estado de emergencia el pasado 15 de marzo, medida que entró en vigencia al día siguiente con la paralización total de todo tipo de actividades económicas como medida preventiva para evitar la propagación de la COVID-19.
“Yo trabajaba en un colegio primaria en mi comunidad, pero desde que llegó la pandemia todos los colegios cerraron sus puertas por miedo al contagio y permanecen inactivos”, indicó.
Para sobrevivir y sostener a su familia, Quispe salió a las calles para ganarse el pan de cada día con la venta de caramelos y chocolates.
Quispe reside en la capital peruana desde hace 10 años y su pueblo de origen se llama Ocros, un distrito de la región norandina de Ancash, donde aún viven sus padres, campesinos quechua.
“A veces también vendo mascarillas para proteger del contagio, porque lo importante es buscar algún ingreso para sostener a la familia”, puntualizó, antes de continuar su largo trajinar por la calles de la capital peruana.
Por su parte, María Condori es una joven de 24 años que sale a las calles para ganarse la vida desde que empezó la crisis, ya que dejó este año sus estudios de Derecho para trabajar como vendedora ambulante.
“Tenía que darle prioridad a la subsistencia y este año dejé de estudiar, hasta el próximo año, cuando trataré de retomar mis estudios”, subrayó.
De acuerdo con Condori, en este Día Internacional de la Mujer Indígena se siente “renacida” porque considera que la cultura heredada de sus ancestros es muy valiosa para ella y su familia.
“Soy de la región Huánuco, en la zona centroandina del Perú, donde mis padres cultivan la tierra y siguen la tradición ancestral de producción de autoconsumo”, puntualizó.
El último censo de población en Perú, realizado en el 2017 por el Instituto Nacional de Estadística e Informática, resaltó que en este país andino existen unas 3.000.000 mujeres indígenas.
Perú es un país con raíces indígenas marcadas y cuenta con una cultura rica, donde confluyen diversas tradiciones desde la época del Imperio de los Incas y las culturas preincas.