Por Luis Carlos Rodríguez González/Tal Cual/Ciudad de México.-Hay leyes, políticas públicas o presupuestos que pueden incidir ya sea de una manera positiva o negativa en la educación, salud, vivienda o empleo de miles o millones de personas.
También hay leyes o normas que al ser intocables por el poder los cabilderos, por los compromisos de senadores o diputados de prácticamente todos los partidos con determinados sectores, pueden destinar a la llamada “congeladora” legislativa alguna iniciativa que pretenda afectar intereses económicos.
En este sentido me refiero a un tema en donde los intereses de grandes empresas y su cabildeo o cercanía con algunos legisladores han provocado más de 4 mil muertes, todas ellas evitables, innecesarias, lamentables, en el país en los últimos cuatro años.
Son muertes directas provocadas por los llamados camiones o trailers “doble remolque” que de acuerdo a datos de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) provocan cada año cientos de accidentes en el país con un saldo anual de más de mil personas fallecidas.
Desde el 16 de octubre del 2012, el senador Arturo Zamora Jiménez presentó una iniciativa de reforma al artículo 50 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte Federal para que se prohíba la circulación de los “doble remolque” en México.
Han pasado casi cuatro años y miles de muertos, de heridos, de daños materiales y la iniciativa no ha sido dictaminada por las comisiones Unidas de Comunicaciones y Transportes; y de Estudios Legislativos del Senado.
La semana pasada el Senado aprobó, con bombo y platillo, una reforma del PVEM en materia de transporte en carreteras. Los cambios sólo son cosméticos ya que sólo aluden conceptos como la “auto regulación” y la existencia de una norma oficial en materia de peso, dimensión y capacidad de los vehículos de autotransporte, pero nunca se señala la prohibición de “dobles remolques” o de aquellos que sobrepasan las 32 toneladas de peso en su carga o los 22 metros de largo.
Se podría escribir un libro con las tragedias familiares de autobuses, camionetas o autos particulares arrollados, embestidos, aplastados por los “doble remolque” en México.
Sólo algunos un ejemplos. En abril de 2012, en Álamo, Veracruz, un doble remolque provocó la muerte de 43 personas que viajaban en un autobús.
Ni ello, ni la cuota diaria de accidentes, la semanal de muertos, la mensual de tragedias o la anual de más de mil decesos, son suficientes para que el Senado prohíba los “doble remolques”. Millonarios deben ser las “cuotas” que permiten luz verde a estos vehículos.
El pasado 9 de julio se registraron cuatro muertos y ocho lesionados como consecuencia de un accidente entre una tráiler doble remolque y cuatro automóviles, en la autopista donde se realizan los trabajos del Paso Express, autopista México-Cuernavaca.
La Asociación Mexicana de Ingeniería del Transporte ha dicho que es determinante suspender a los camiones con doble remolque porque son 32 veces más peligrosos que un tráiler con un solo remolque.
Tendrán las comisiones del Senado la decencia de legislar al respecto o seguirán respondiendo a los intereses de empresarios y con ello permitirán dando vía libre a estos ataúdes rodantes en México, los cuales por cierto ya están prohibidos en prácticamente todo el mundo. Tal Cual.
