¡Fírmale que eres de los zodiacos, igual que Israel! SI, pero no pertenezco a nada. ¡No te hagas buey, aquí en la PGR Y la SEIDO se firma a fuerza!
El Silencio.
Por David Vargas Arujo.- A mí me encarcelaron en mayo del 2013, un año antes (2012) habían encerrado en Puente Grande, Jalisco a Mario Vallarta. Llegué al pasillo 2-A del módulo 1, en la celda 10 y Mario Vallarta Cisneros (MVC) estaba en la celda 9. Leí su expediente. El de Israel. El de sus sobrinos y el expediente de Florence Cassez.
Los días de encierro en esos tiempos eran de 23 horas sin salir de la celda. Las pláticas con Mario eran extensas todos los días. Eran tristes, dolorosas, había mucho coraje, frustración y un poco de esperanza. Mario no iba a los juzgados su proceso también estaba parado como el de Israel. La orden de Calderón y de García Luna era de que los Vallarta: “Se pudrieran en la Cárcel”.
Aquí una de nuestras conversaciones.
Yo. ¿Mario quién te torturó?
MVC. La Policía Federal y Palomino. Pero quien más me golpeó fue Palomino. Ese hombre está desquiciado. Me traía a puro gritos, para que firmara una declaración ministerial que yo no hice. Lo hizo la SEIDO y la PGR. Me gritaba, y al decirle que no iba firmar porque yo no era culpable de ningún delito. Se venía una lluvia de patadas y golpes en todo el cuerpo. No paraba. No se cansaba Palomino. Yo creo que estaba drogado. Su mirada era la de un loco golpeando a una persona indefensa e inocente.
Yo. ¿Y Palomino nada más te daba de patadas y golpes?
MVC. No. Ese Hombre está enfermo, es un torturador. Después de los golpes, me empezó a dar los telefonazos (golpes en los oídos). De hecho me rompió el tímpano derecho. No escucho de ese lado. Eran golpes que me nublaban la vista. No podía pararme. No veía nada. No sabía ni donde estaba. Perdía el equilibrio. Me tenía esposado de pies y manos. Me tenía desnudo. Al principio estaban vendado los ojos. Luego me quitó la venda y me dijo: “Conóceme hijo de tu pinche madre porque yo te voy a matar”. Y si la verdad pensaba que me iba a morir. Solo me encomendé a dios. Pensaba que me iba a matar.
Yo. ¿Y luego que más te hizo?
MVC. Pues la tortura de Palomino siguió pero más fuerte. Me puso un trapo mojado y encima una bolsa de plástico para asfixiarme. Me desmayaba. Ya no sentía nada. Me la ponían a cada rato. Ya no escuchaba sus gritos. Solo sentía sus manos, que volvía y volvía a asfixiarme. Pero fíjate David. No le bastaba con que estaba desmayado, ahí tirado en el suelo. Por eso te digo que ese hombre tiene una enfermedad mental. Al verme desmayado, me levantaba con toques eléctricos en los testículos, me lo hacía a cada rato. Esos toques eléctricos no me levantaban, solo temblaba mi cuerpo y me arrastraba por la fuerza de la electricidad. Temblaba mi boca y mis piernas se paralizaban. Mis brazos se alzaban solos, y mi cuerpo se hacía pequeño y luego se estiraba. Tú también pasaste esto David y tú viviste ese infierno. Nos morimos, y ya no sabemos si vamos a regresar.
YO. Lo sé Mario. ¿Y si ya estabas casi muerto, porque no se detenía con la tortura?
MVC. Pues como te digo Palomino gozaba de la tortura. A veces lo escuchaba que se reía. Y no entiendo porque lo hacía. No detenía la tortura. Yo quería que ya terminara. Pero continuó, mojándome todo el cuerpo y me daba toques eléctricos en la espalda. De hecho me dejó mal de mi columna. Me ponía los toques eléctricos, y me iba de frente cayéndome, y al estar en el suelo seguía poniéndome los toques eléctricos y no se detenía. De milagro estoy vivo. Yo lo único que le pido a Dios, es que algún día sea castigado. Posiblemente sea tardado pero ojalá que lo metan a la cárcel, pero una de máxima seguridad por ser un torturador.
Con estas últimas palabras me quedo por el momento. Creo que Mario Vallarta ya sabe que Palomino anda huyendo porque le giraron una orden de aprehensión por tortura y concretamente del caso de Mario.
Espero que su proceso de Mario ya camine. Que tenga su libertad y que Palomino sea detenido y encarcelado. Y sí, que lo encierren en un penal de máxima seguridad. Por los delitos de tortura y delincuencia organizada. La justicia y la verdad siempre llegan.
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