No importa como ganemos. Lo que importa es tener el poder. Hoy tenemos mucho dinero. Pero somos una pareja en peligro de extinción.
El silencio.
Por David Vargas Araujo/Ciudad de México.- Calderón y Margarita, fueron al INE a meter un amparo por estar en desacuerdo de que a México Libre le negaran el registro como partido político.
Acostumbrados a ganar, de manera sucia y fraudulenta, hoy no pudieron. Se perdieron entre papeles, dinero, firmas, sellos y rabietas. Lord Fraudes, sigue tercamente, insistiendo en tener el poder de nuevo. No acepta que el pueblo ya cambió. El pueblo está más politizado. Calderón viviendo su imaginación en las oficinas del INE.
En sus alegatos está fuera de sí. Dice que las reglas fueron inventadas por el INE. Se siente perseguido desde palacio nacional. Las reglas, afirma, que no están fundadas ni motivadas. Termina diciendo que le asiste la razón y el derecho. Desde las instalaciones del INE, Lord Fraudes, exige democracia, legalidad, justicia y transparencia. Pide lo que no se le puede dar. En su órbita mental solo existe la antidemocracia, la injusticia, el robo, el crimen de estado y la corrupción que corre por sus venas, que se llena a diario de inmundicia.
Ahí está calderón con medio centenar de personas. Todo es silencio. Son más las y los periodistas, las y los trabajadores del INE, que la gente que acarrearon. No están sus 5.8 millones de bots, ni los más de 250 mil militantes que, dice, pertenecen a México Libre. Y no están porque no existen. Sólo él y Margarita en esa ilusión convertida en una esquizofrenia electoral.
Al INE, llegó este domingo, Lord Fraudes, con su pantalón de mezclilla desgastado, su chamarra mal puesta, su cubre bocas, su gorra y sus pequeños zapatos, dando toquecitos enloquecidos en el suelo. No se veía quien era, no se sabía si era Calderón u otra persona. Pero así es él, vive en lo desconocido, vive en ese valle de aplausos que sólo él escucha. Vive en ese terreno frágil y pequeño, en pleno derrumbe. Ya no se puede sostener. Le da vergüenza mostrar su rostro. Le da pena dar la cara ante lo invisible y lo visible de una docena de banderas. Es pequeño todo lo que hace, por eso su partido es pequeño. Sus aspiraciones están en el archivo criminal que no se olvida. El patio del INE le quedó grande. Por ello solo ocupó tres escalones.
El consejo de AMLO enojó mucho a Lord fraudes, al grado de mostrar su músculo político, en el mitin del INE. No hay músculo, no hay fuerza, únicamente los huesos de un futuro cadáver político. El enojo de Calderón tiene pies y cabeza. Son pies pequeños y una cabeza que le funciona al revés. AMLO le dijo como le hiciera. Tendrá que escuchar bien la propuesta para que la movilización sea masiva y la fuerza sea una realidad. El problema es que está sólo. Calderón es el hombre sin fin, sin rumbo, tambaleándose, no sólo por el licor, sino por la enfermedad crónica que padece. No hay medicamento que lo controle, ni mucho menos, una medicina que lo mantenga de pie. Los pequeños acomplejados se van muriendo políticamente en su miserable vida.
Lord Fraudes añora, sueña, extraña, pide a gritos el fraude electoral. Necesita de su ratón loco, de la urna embarazada, de la operación tamal, de las cuentas bancarias falsas, del dinero sucio, del apoyo de su cártel del narcotráfico. Necesita de la piñata corrupta. Necesita de Marcelo Odebrecht. Necesita ese suero intravenoso que se llama: Fraude. Lord Fraudes está en terapia intensiva, su ritmo cardíaco, ya no se siente, su oxigenación está al mínimo y su cuerpo está inmóvil, imagina un zócalo lleno, gritando, coreando, alzando el puño. Pero desgraciadamente esa multitud, con sobrecupo en el zócalo, apoya al Presidente Andrés Manuel López Obrador.