Agencia/InsurgentePress, Brasil.- En cuestión de horas, el cierre de los Juegos Olímpicos de Río 2016 pasó de ser una despedida amarga para la delegación mexicana, a un sábado histórico que alegró los ánimos después de 15 grises días en tierras amazónicas.
El tapatío Germán Sánchez levantó la mano por los clavados —que hasta el viernes se habían ido en cero— al agenciarse una plata, por arriba del actual campeón olímpico.
Minutos después fue el turno del morelense Ismael Hernández, con su bronce en el pentatlón moderno, al obtener una ventaja de apenas un punto respecto al cuarto lugar.
La sinaloense María del Rosario Espinoza fue la cereza del pastel al quedarse con la plata en taekwondo, convirtiéndose así en la primera mujer mexicana con tres medallas en Juegos Olímpicos.
Estos triunfos “opacaron” una decepcionante actuación tricolor, manchada por falta de apoyos y directivos disfrutando de Río en lugar de trabajar, así como una relación rota entre la Conade y el Comité Olímpico Mexicano que se reflejó en el desempeño de los atletas.
Hasta el viernes, luego de dos semanas de competencias, sólo se habían conseguido dos preseas, Lupita González, quien se colgó la plata en marcha, y Misael Rodríguez, el bronce en boxeo.
En la primera edición de unos Juegos Olímpicos en Sudamérica, México confirmó que el “ya merito” los ha perseguido por varios años, con cuartos lugares en tiro deportivo, tiro con arco, clavados, taekwondo, halterofilia y lanzamiento de martillo.
Con información de Reforma