Agencias
Washington, EU, 7 abril 2018.-Un nuevo escándalo de abuso sexual sacude al Congreso de los EE.UU. Esta vez el implicado es elrepublicano por Texas Blake Farenthold, quien renunció abruptamente a su cargo luego de que se le abriera una investigación por acoso sexual y conducta inapropiada de algunos exasistentes.
En un comunicado, donde anuncia su renuncia inmediata, Farenthold, de 56 años, dice que “aunque planeaba terminar su mandato en el Congreso”, sabe que “es hora de avanzar y buscar nuevas formas de servir”.
El republicano anunció en diciembre que no buscaría la reelección a un quinto mandato, disculpándose por estallidos de ira, pero negando las acusaciones de acoso sexual.
Las acusaciones contra Farenthold surgieron en 2014 cuando su exdirectora de comunicaciones, Lauren Greene, le demandó por fomentar un ambiente de trabajo hostil donde la discriminación de género era frecuente.
La Oficina de Ética del Congreso, un ente independiente, recomendó que la Comisión de Ética de la Cámara de Representantes desestime el caso, pero las acusaciones tomaron nueva fuerza después de que se hizo público que Farenthold pagó un acuerdo judicial de $ 84000 con dinero de una cuenta financiada por los contribuyentes.
Las revelaciones sobre abusos sexuales cometidos por personalidades influyentes de Estados Unidos, incluyendo las altas autoridades, como el presidente Donald Trump, han abierto un nuevo capítulo en el libro de escándalos de este país.
Las denuncias de acoso sexual y conducta indebida han sacudido a los partidos demócrata y republicano, aumentando las presiones sobre políticos para que renuncien a sus cargos.
Un caso reciente fue Steve Wynn, un empresario de bienes raíces y gran aliado del mandatario estadounidense, quien renunció en enero pasado al cargo de presidente financiero del Partido Republicano después de haber sido acusado por varias mujeres de agresión sexual.
