Agencias/Ciudad de México.- Una estrella mexicana de las redes sociales avivó hace unos días el añejo debate sobre el racismo en el país al exclamar, con una mueca de repulsión, “Ay qué prieta, ¡no! ¡Qué feo!”, tras utilizar accidentalmente un filtro que oscureció su tono de piel, durante una transmisión en vivo.
El comentario de Bárbara de Regil, también actriz de cine y telenovelas, exaltó el enojo de muchos, en momentos en que las manifestaciones contra el racismo y la violencia policial se han extendido tras la muerte del afroamericano George Floyd.
En una nación con profundas desigualdades, las imágenes de Floyd, quien murió después de que un policía de Mineápolis se arrodilló en su cuello durante casi nueve minutos, desempolvaron las críticas sobre la discriminación que sufren a diario grupos vulnerables, como indígenas e inmigrantes.
Ante la falta de espacios públicos por la pandemia del coronavirus, la discusión ha encontrado su principal trinchera en las redes sociales con el uso de hashtags como #Pigmentocracia, #Desigualdad y #MeDuelesMéxico.
Si bien algunos de los admiradores de la “influencer” de 33 años la defendieron asegurando que sólo se trató de un traspié sin mala intención, otros cibernautas llamaron a dejarla de seguir en las redes sociales y pidieron que sus cuentas fueran dadas de baja.
“No vamos a tolerar más racismo. Ni en México, ni el mundo. #BarbaradeRegil CANCELADA” escribió una usuaria de Twitter identificada como @caelumara. Otro usuario de la plataforma, @p_cruiz, reclamó “#BarbaradeRegil No más racismo”.
Algunos más preguntaron sarcásticamente a la actriz si a pesar de ser “prietos” podían participar de sus clases de ejercicios que transmite por internet.
En Instagram, la aplicación donde ocurrió el incidente, De Regil cuenta con 7.2 millones de seguidores y en la plataforma de videos cortos TikTok tiene 4.7 millones.
Instagram no respondió de inmediato a preguntas de Reuters sobre la polémica y si evaluaban desactivar su cuenta. Un portavoz de TikTok dijo que la aplicación está diseñada “para la creación de contenido positivo”, mientras que Twitter declinó hacer comentarios.
No fue posible contactar de inmediato a De Regil, quien recientemente también fue blanco de críticas por llamar a “respirar profundo” a las mujeres que son víctimas de violencia, mientras los feminicidios se multiplican por el país.
En México, el éxito cinematográfico de Yalitza Aparicio, una actriz de raíces mixtecas nominada a los premios Óscar 2018 por su papel de una empleada doméstica en la galardonada “Roma”, ha ayudado a impulsar del debate sobre el profundo racismo doméstico.
“Nuestra voz es menos escuchada por el color de piel. La gente considera que los indígenas somos gente ignorante, pero las apariencias físicas no determinan tu intelecto “, dijo la actriz de 26 años durante un conversatorio el jueves con la revista GQ.
A fines de mayo, mientras las protestas por Floyd se esparcían por el mundo, Aparicio fue objeto de críticas e insultos en las redes, después de publicar un ensayo en el diario estadounidense The New York Times donde relata la discriminación que ella misma ha padecido.
“Una persona sin talento (…) lástima que la traen como animalito de exhibición”, escribió la usuaria de Twitter, @canserbera2378. Aparicio dijo que también había sido cuestionada por hablar de problemas raciales en su texto y no de las bellezas que ofrece al mundo su país.
“NADIE ESTÁ EXENTO”
En México, una cuarta parte de sus más de 126 millones de habitantes se identifican como indígenas y, de ellos, al menos siete millones habla alguna lengua originaria, según datos oficiales.
El abandono y pobreza que históricamente han padecido los pueblos indígenas en el país comenzaron a hacerse visibles en 1994 tras la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), pero desde entonces ha habido pocos cambios.
Un estudio reciente de la organización de ayuda humanitaria Oxfam titulado “Por mi raza hablará la desigualdad” mostró que quienes se reconocen en México como indígenas y tienen tonos de piel más oscuros sufren “mayores desventajas” que las personas con una tez más blanca o los mestizos.
Pero el problema va más allá. Muchos mexicanos suelen ser discriminados por su forma de vestir, su peso, su estatura, sus creencias religiosas y preferencias sexuales; sin embargo, es un problema tan cotidiano que suele pasar inadvertido, según especialistas.
“Se ha normalizado al grado que nos lleva a la dificultad de reconocer que el racismo no solamente está en los tonos de piel, sino también en nuestro trato, en la contratación laboral, en los comerciales”, dijo Adelina González, portavoz del estatal Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
Según la “Encuesta Nacional sobre Discriminación” realizada a finales 2017 por el instituto nacional de estadística y la Conapred, un 20.2% de los entrevistados declaró haber sido víctima de discriminación en los últimos 12 meses.
“Al igual que en Estados Unidos, en México hay mucha discriminación y racismo. Nadie está exento aquí de ser discriminado”, afirmó Susana Reyes, una joven mexicana que la semana pasada participó en una pequeña protesta en la capital de México por la muerte de Floyd.