Agencias/Ciudad de México.- El Liverpool consiguió su pase a la final de la FA Cup luego de vencer al Manchester City en Wembley 3-2.
Los de Jürgen Klopp dominaron el primer tiempo, pero el dramatismo llegó en los minutos finales pues los Citizens echaron toda la carne al asador en busca del empate que lamentablemente para su causa no llegó.
El partido tuvo dos componentes clave: la presión alta y los errores. Muchas veces estas dos cosas van de la mano y hoy no fue la excepción. Jürgen Klopp sorprendió a Pep Guardiola con una presión que poco le dejó hacer. Recuperaban muy rápido el balón y hacían la conversión al ataque casi en el área citizen.
Lo anterior le dio la oportunidad al Liverpool de tener un tiro de esquina al minuto 9 que se convirtió en gol luego de que el gigantesco Konate se alzara para cabecear con fuerza directo a las redes del Manchester City.
Lo anterior fue el preludio de un par de erorres del portero estadounidense Zack Steffen. Primero, recibió el balón en el área chica. La presión de Sadio Mané dio frutos al barrerse y empujar el balón a las redes.
Su segundo error se conjugó con un excelente golpeo de balón del propio jugador senegalés en el último minuto del primer tiempo. Alexander-Arnold abrió hacia el africano que de primera disparó hacia el poste de Steffen que no pudo hacer nada para impedir el 3-0. Ojo que, además de todo lo anterior, lo más destacado fue que el Manchester City no tuvo una sola oportunidad frente al arco Red.
