Agencias/Ciudad de México.- El gobierno francés culpó de fraude masivo en las entradas y al manejo del Liverpool de sus aficionados por los problemas con el público que empañaron la final de la Liga de Campeones ante el Real Madrid en París el fin de semana.

El primer ministro británico, Boris Johnson, calificó de “profundamente preocupantes” las escenas vividas en el estadio nacional, en las que la policía francesa lanzó gases lacrimógenos a algunos hinchas, incluidos niños.

El ministro del Interior, Gerald Darmanin, dijo que el Liverpool entregó a sus seguidores entradas en papel, y no electrónicas, lo que permitió la posibilidad de lo que describió como un “fraude masivo a escala industrial”.

Más de dos tercios de las entradas presentadas por unos 62,000 seguidores del Liverpool eran falsas, añadió el ministro.

“Quiero decir una vez más que las decisiones adoptadas evitaron muertes o lesiones graves”, dijo Darmanin a los periodistas tras celebrar una reunión de urgencia el lunes.

El partido se retrasó más de 35 minutos después de que la policía trató de contener a las personas que intentaban entrar por la fuerza sin entradas en el estadio nacional. Algunos poseedores de boletos se quejaron de que no les dejaron entrar.

Las imágenes de televisión mostraron a jóvenes que no parecían llevar camisetas rojas del Liverpool saltando las puertas del estadio y huyendo de la seguridad para entrar en el partido. Otros que se encontraban fuera, entre ellos mujeres y jóvenes, recibieron gases lacrimógenos de la policía antidisturbios, dijo un testigo de Reuters.

Los problemas con el público se han convertido en un asunto político antes de las elecciones parlamentarias del próximo mes y han avergonzado a Francia, que celebrará el Mundial de Rugby en 2023 y los Juegos Olímpicos en 2024.

“Las imágenes son lamentables, son inquietantes porque se ve claramente que no estamos preparados para eventos como los Juegos Olímpicos”, dijo el domingo el líder de extrema izquierda Jean-Luc Melenchon, mientras que su rival de extrema derecha Marine Le Pen calificó el incidente de “humillación” para Francia.

El director ejecutivo del Liverpool, Billy Hogan, ha dicho que el club quiere una “investigación transparente” por parte del organismo rector, la UEFA.

Darmanin dijo que no hubo problemas con los seguidores del Real Madrid, la mayoría de los cuales, dijo, habían recibido entradas electrónicas. Asimismo, afirmó que el equipo español controló a sus seguidores mejor que el Liverpool.

Reconoció que la policía se vio sorprendida por los delincuentes locales que acudieron a causar problemas en el partido. No obstante, defendiendo los protocolos de seguridad establecidos, dijo que Francia solo tuvo tres meses para prepararse después de que se trasladó la sede desde Rusia.

Con anterioridad, la ministra de Deportes, Amelie Oudéa-Castéra, reconoció que Francia debe estudiar la posibilidad de reforzar la seguridad en los partidos de fútbol de alto riesgo, después de que el domingo se produjera un caos de público tras el descenso del St Etienne de la Ligue 1 francesa.

SIN PROBLEMAS CON LOS AFICIONADOS ESPAÑOLES

Ambos ministros destacaron que estos incidentes ocurrieron en las zonas de acceso de los aficionados ingleses. “No ha habido ningún problema en el lado español”, afirmó Darmanin, quien precisó que a la hora del inicio del partido un 87 % de los aficionados del Real Madrid estaban en las tribunas, por solo un 50 % de los del Liverpool.

“La organización el Real Madrid con sus aficionados ha sido muy diferente”, constató la titular de Deportes.

“La desorganización de la llegada de los aficionados británicos por parte de su club lo complicó”, recalcó el titular de Interior, quien también culpó parcialmente a la huelga, ese preciso día, en la línea de tren de cercanías que lleva al estadio y que también comunica los dos aeropuertos de París.

Otra cuestión es la de los grupos de delincuentes que se lanzaron de forma organizada y violenta para robar a los aficionados de ambos equipos. Las autoridades han detenido a 77 personas por esos hechos en la localidad de Saint Denis, en las afueras de París, donde está situado el estadio.

Tras estos incidentes y con las elecciones legislativas a la vuelta de la esquina (12 y 19 de junio), los partidos de la oposición han puesto en su punto de mira al ministro del Interior, uno de los pesos pesados del Gobierno, que goza de la confianza absoluta del presidente Emmanuel Macron.

Por encima de todo, el fiasco del sábado es un golpe duro para el prestigio de Francia como organizadora de grandes eventos deportivos, ya que el año próximo va a acoger la Copa del Mundo de Rugby y, sobre todo, en 2024 los Juegos Olímpicos de París.

La sensación de caos e inseguridad (tanto por la el peligro de aplastamientos masivos como por los delincuentes) fue tan grande que varios testigos presenciales afirman que temieron por sus vidas.

Todo ello pese al dispositivo de más de 6,800 policías y soldados que las autoridades francesas desplegaron para garantizar la seguridad del encuentro. De ellos, 2,000 en el estadio y sus alrededores.

“Había grupos de 20 a 30 personas enmascaradas, vestidas de negro, que han hecho robos al tirón por toda la zona del estadio (…) Tomaron a todos los aficionados como objetivo”, explicó un policía al canal de noticias BFMTV.

Una de las claves puede ser que distintos actores tienen su parte de culpa: los aficionados del Liverpool que viajaron sin entrada; los que tenían entradas falsas; delincuentes organizados; mala organización del sistema de acceso, actuación ineficiente de la policía, que en ocasiones actuó contra aficionados pacíficos….

Por ello, cada una de las partes (UEFA, Federación Francesa, Liverpool, Ministerio del Interior…) tienen argumentos para culpar a los demás y tratar así de eximir su responsabilidad.

“La incompetencia, la mentira y la negación”, titula una columna de opinión en el diario deportivo L’Equipe, en la que se afirma que todos estos coorganizadores “tienen mucha suerte de ser corresponsables de un caos y no de un drama”.

Para el Liverpool y sus hinchas, una entidad marcada por la tragedia de Hillsborough, en la que 97 aficionados murieron aplastados contra las vallas en 1989, las escenas del sábado fueron un recordatorio del peligros de la gestión de multitudes en eventos deportivos.

El titular de Interior recordó que las entradas eran electrónicas pero “a petición de la UEFA” se admitieron billetes impresos, “lo que abrió la posibilidad de fraude”.

Detalló que, en la zona de filtrado previo de aficionados del Liverpool, “más del 70 % de las entradas eran falsas”, lo que terminó por generar problemas en el sistema de seguridad hasta el punto de que fue necesaria la intervención de los agentes antidisturbios.

También dijo que “lamenta” que aficionados, incluyendo familias con niños, sufrieron las consecuencias de gases lacrimógenos, y reconoció que ha visto vídeos de policías franceses usando gases “de forma innecesaria y desproporcionada”.

En todo caso, aseguró que sin las decisiones tomadas por las autoridades “seguramente tendríamos que lamentar muertos y heridos”.

Darmanin recordó que en la final de la Liga de Campeones de 2019 en Madrid ya se produjo “el mismo problema” de decenas de miles de aficionados británicos que viajaron sin incidentes.

Algo más de 2,700 aficionados no pudieron finalmente acceder al estadio a pesar de que tenían entrada, informó Oudéa-Castéra, quien avanzó que habrá “compensaciones” para los afectados, aunque sin dar más detalles.

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