Redacción InsurgentePress/Ciudad de México.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dijo que aceptaría un diálogo con los grupos de oposición siempre y cuando sea sin peticiones de ‘moches ni peticiones de beneficios’ para una minoría en el País.
“Yo pienso que tiene que haber respeto, pero no somos iguales. Hay quienes apoyaron y siguen apoyando un modelo que beneficia sólo a las minorías, por eso existe un bloque conservador que tiene su influencia relativa, pero hacen valer sus derechos en el Congreso y lo mismo en el Poder Judicial.
“A veces cuando dicen queremos diálogo, nosotros decimos no. No es que no respetemos, es que el diálogo que ellos quieren busca prebendas, es regresar a los moches”, afirmó López Obrador en conferencia de prensa en Palacio Nacional.
López Obrador agregó que mantendría abiertas las puertas al diálogo con los grupos de oposición si es que ellos dejan fuera sus peticiones de corrupción.
“Por eso ahora pues ya no es así, diálogo sí, pero sin corrupción. Vamos a negociar, pero qué vamos a negociar… ¿Impunidad? ¿Que se siga entregando presupuesto a particulares? ¿Que siga habiendo tráfico de influencias? Es como los medios, si hay un buen contrato de publicidad, ¿aplaudir, quemar incienso?”, enfatizó.
Sin duda, añadió, debe existir diálogo sin tráfico de influencias ni corrupción de por medio.
López Obrador lamentó que prevalezcan grupos de oposición que solo defienden los intereses de una minorías a través de sus influencias en el Congreso de la Unión y Poder Judicial.
En ese contexto, López Obrador comentó que la actitud que asumió ayer en la conmemoración del aniversario de la Constitución Política de 1917, la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) Norma Piña, representó una muestra de la división de poderes que existe en México.
“Ayer me dio mucho gusto porque se notó, yo creo que porque estaba cansada, o no quiso pararse la ministra presidenta de la Suprema Corte, pero me dio mucho gusto, muchísimo, porque eso no se veía antes, los ministros de la Corte eran empleados del Presidente.
“Desde luego, desde la formalidad, desde el porfiriato, se hablaba de la división y del equilibrio entre los Poderes, pero en la realidad, el poder de los poderes era el Ejecutivo.
“¿Cuándo se había visto de que se quedara sentada un presidente de la Corte en un acto así?, eso me llena de orgullo porque significa que estamos llevando a cabo cambios, es una transformación.
“Ya no es el presidente el que le da órdenes a ministros, y también es un desmentido cuando de manera exagerada se habla de una dictadura, de una tiranía.
“Sería muy fácil el que nombrara el presidente o la presidenta, desde Palacio Nacional, como se hacía antes, de la Corte. Sería fácil conseguir la aprobación de todas las iniciativas que enviara el Ejecutivo al Legislativo.
“A veces cuando dicen ‘queremos diálogo’, nosotros decimos: no. No es que no respetemos y que en la democracia debe de haber pluralidad, es que el diálogo que ellos quieren busca busca prebendas, es regresar a los moches”, sostuvo.
López Obrador recordó que Agustín Carsten ex secretario de Hacienda en el gobierno federal de Felipe Calderón, conseguía la aprobación del presupuesto por unanimidad a base de moches entre los legisladores.
“Repartían moches, maiceaban, pero todo ese dinero se quedaba arriba en beneficio de una minoría, por eso no había presupuesto para el pueblo, porque también, el gobierno no tenía como propósito beneficiar al pueblo; el gobierno, su función durante el periodo neoliberal, fue facilitar el saqueo”, narró.
La esencia de anteriores gobiernos neoliberales, agregó, consistió en vender bienes públicos a particulares