Agencias/Ciudad de México.- Boca Juniors vive una jornada de incertidumbre e incredulidad, luego de la temprana eliminación en la Fase 2 de la Copa Libertadores en manos de Alianza Lima como local en la ‘Bombonera’.

Algunos hablan de una maldición. Otros apuntan a una combinación de malas decisiones de la directiva con jugadores y técnicos que no dieron la talla.

El séxtuple campeón Boca Juniors pasó de ser considerado el equipo “más copero” del continente, imbatible en tandas de penales e inexpugnable en su mítico estadio La Bombonera a un notable ausente en la Copa Libertadores.

Después de caer en la final de 2023 ante Fluminense en Río de Janeiro, Boca no se clasificó a la edición del año siguiente a causa de una mala campaña en el torneo local y este año quedó eliminado en la fase preliminar.

En el que probablemente haya sido su peor traspié en el plano internacional, el conjunto boquense sucumbió en su casa ante el humilde Alianza Lima de Perú por 5-4 en serie de penales. En esta clase de definiciones, Boca llegaba precedido por 43 triunfos sobre un total de 61.

La derrota no solo lo dejó fuera de la Copa Libertadores, sino que al quedar eliminado en la fase 2 de la ronda preliminar ni siquiera tendrá el consuelo de competir en la Copa Sudamericana. Un bochorno.

“Antes del 9 de diciembre de 2018, alguien dijo que el que perdiera iba a tardar 20 años en recuperarse. Tenía razón”, escribió en X el expresidente de River Plate, Rodolfo D’Onofrio, para enrostrarle a su clásico rival la victoria en la histórica final de la Copa Libertadores de ese año, luego de consumada la eliminación ante Alianza.

Bromas al margen, los hinchas de Boca solían ufanarse de que ellos nunca insultaban a los jugadores. Pero la derrota con Alianza fue un punto de quiebre. “Que se vayan todos”, explotaron tras la eliminación.

Un grito sin un destinatario preciso, pero que por lo ambiguo apunta por igual a la dirigencia, encabezada por el presidente Juan Román Riquelme, al técnico Fernando Gago y a los futbolistas, en especial los más renombrados como el uruguayo Edinson Cavani.

La eliminación ante Alianza agrietó el cristal que protegía al máximo ídolo en la historia de Boca. Como nunca antes, los hinchas cuestionaron sus decisiones e incluso varios pidieron “andáte Riquelme”.

Al presidente desde hace dos años y previamente responsable del fútbol profesional se le reprocha la sequía de dos años sin títulos, la conformación de planteles con mayoría de futbolistas de poca categoría y la elección de los entrenadores, seis desde 2020.

También se lo apunta por la relación conflictiva con varios juveniles, que terminaron yéndose del club, como Agustín Almendra, Valentín Barco, Nicolás Valentini y Cristian Medina.

Campeón de la Copa Libertadores como jugador en 2000, 2001 y 2007, Riquelme invirtió en el mercado de verano más de 20 millones de dólares en fichajes para reforzar el plantel. Los hinchas le reprochan que no lo hizo antes, lo cual hubiera aumentado las chances deportivas de clasificarse directamente a la fase de grupos del certamen y evitar el repechaje.

El técnico Fernando Gago es otro de los apuntados. Llegó en octubre de 2024 y nunca le imprimió un estilo al equipo.

Los hinchas los critican por no repetir formaciones y una cantidad insólita de lesionados en el inicio de la temporada.

“100 por ciento me siento con fuerzas”, respondió Gago cuando le preguntaron por su continuidad tras la derrota. No está claro su futuro.

Boca volverá a jugar ante Rosario Central en la Bombonera por la liga local. Difícil que pueda resistir un nuevo traspié.

El capitán Edinson Cavani, el arquero Agustín Marchesín y el mediocampista Alan Velasco quedaron retratados como los culpables de la eliminación ante Alianza dentro del campo de juego.

Cavani, uno de los máximos goleadores en la historia del fútbol, todavía no ganó un título desde que llegó a Boca a mediados de 2023. Durante el partido se perdió un gol increíble frente al arco en el último minuto de juego que le hubiera dado la clasificación a su equipo. También hay enojo por sus problemas físicos que no le permiten jugar con continuidad.

Un día después de la caída, el atacante pidió perdón en sus redes sociales.

Marchesín, un arquero de experiencia, llegó este año y rápidamente cosechó aplausos por sus actuaciones. Por ello resultó insólito que pidiera el cambio al final del partido ante Alianza para que el suplente Fernando Brey enfrente la serie de penales.

“Era una decisión conversada, pero no tomada de antemano; se decidió en el momento”, explicó Gago. “(Brey) es un arquero que tiene muy buenos registros atajando penales”. Durante el encuentro no contuvo ninguno.

Velasco se sumó en enero a cambio de 10 millones de dólares al Dallas FC de la MLS. Hasta ahora no justificó la inversión y falló el penal decisivo.

Después de quedarse sin competencia continental en 2025, el equipo xeneize programó un entrenamiento vespertino en el predio ubicado en la localidad de Ezeiza, pero que está marcado por una reunión previa o posterior del entrenador con el Consejo de Fútbol del club al que, eventualmente, podría sumarse el presidente Juan Román Riquelme.

A pesar de haber manifestado después de la eliminación que se sentía con un “100 % con fuerzas para seguir” (en el cargo), reina la incertidumbre sobre la continuidad de Fernando Gago como técnico de Boca.

El equipo azul y oro, que marcha tercero en la Zona B del Torneo Apertura argentino, tiene programado su partido por la octava jornada ante Rosario Central como local.

El cambio de portero con el ingreso del juvenil Leandro Brey por Agustín Marchesín, el gol errado en el minuto 97 por el uruguayo Edinson Cavani y el penalti atajado a Alan Velasco, por quien se pagó 10 millones de dólares, son algunos de los puntos resaltados de la fatídica noche de Boca Juniors en la ‘Bombonera’.

El público xeneize despidió al equipo al cántico de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”, algo que no se había escuchado nunca en el estadio de Boca.

Sin competencia internacional y con ocho refuerzos de un mercado de grandes inversiones (superior a los 30 millones de dólares), el club argentino queda con una plantilla larga y de sueldos altos para disputar el Torneo Apertura y el Clausura local, la Copa Argentina y, en junio/julio la primera edición del Mundial de Clubes.

“Esta tristeza la tenemos todos. Tenemos que seguir trabajando y ponernos nuevos objetivos”, fue una de las últimas frases de Fernando Gago en la conferencia de prensa tras la eliminación ante el peruano Alianza Lima.

La gran pregunta, luego de lo que fue descrito por los medios argentinos como el “hundimiento del Titanic”, se centra en las secuelas que puede dejar esta eliminación para Boca Juniors en lo que resta del año y si habrá consecuencias en el corto plazo.

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