Agencias / Ciudad de México.- Empresarios y líderes religiosos mexicanos denunciaron que grupos criminales los están extorsionando en el estado central de Guanajuato.

Hasta hace poco Guanajuato era considerado una historia de éxito en el país por atraer inversiones de industrias de tecnología de punta, incluyendo cinco grandes automotrices.

Sin embargo, tras las acciones emprendidas hace unos meses por el gobierno contra el robo de combustible en oleoductos, los grupos criminales buscaron otros medios para obtener ingresos y están extorsionando a los negocios locales.

Arturo González Palomino, director de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automóviles de Guanajuato, dijo el martes que por lo menos dos concesionarias en Celaya han sido baleadas por criminales que exigen pagos a cambio de protección.

Detalló que el ataque más reciente ocurrió la semana pasada en un distribuidor de maquinaria John Deere.

“Igual nos pasó que llegaron y rafaguearon la agencia”, relató González Palomino.

A finales de septiembre hubo un ataque a tiros contra una agencia de Ford.

González Palomino dijo que otros distribuidores han sido extorsionados por teléfono o por escrito, mensajes que contienen lenguaje explícito o amenazas implícitas de violencia.

Por su parte, un obispo comentó a medios locales que incluso los sacerdotes católicos han sido víctimas de la extorsión y que algunos han recibido hasta 20 llamadas en las que les exigen dinero a cambio de protección.

“Estamos unidos a todos los que sufren en la oración y en todo aquellas metas que buscan construir un Celaya mejor, un Celaya de paz”, dijo el obispo Benjamín Castillo Plascencia en un comunicado.

La osadía de las pandillas en Celaya quedó en evidencia en agosto, cuando los dueños de una tortillería protestaron ante el ayuntamiento por el problema de las extorsiones y los delincuentes atacaron de inmediato uno de sus locales, provocando la muerte de tres empleados.

La Asociación de Industriales de la Masa y la Tortilla de Celaya dijo en un comunicado que “muchos colegas han optado por cerrar” ante las constantes demandas de dinero a cambio de protección.

Los grupos criminales solían obtener dinero de la ordeña de oleoductos del gobierno para extraer combustible y venderlo.

Pero el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador decidió ir contra los ladrones de combustible en enero, enviando militares a custodiar los oleoductos y cerrando algunos de ellos para permitir que el combustible se transportara en camiones cisterna.

Hace tiempo, Guanajuato era un estado agrícola e industrial en gran parte pacífico. Su capital, que lleva el mismo nombre, y la ciudad colonial de San Miguel de Allende han atraído a los turistas por sus calles empedradas.

Sin embargo, los homicidios en el estado han aumentado en los últimos años, con 2.275 en los primeros ocho meses de 2019, casi dos veces y medio más de los 944 registrados en el mismo periodo de 2017. El estado tenía una tasa de homicidio de alrededor de 56 por cada 100.000 habitantes en 2018.

San Miguel de Allende no se ha librado de la violencia. A principios de octubre, dos hombres fallecieron cuando unos hombres armados comenzaron a disparar contra una procesión fúnebre y dos agentes de la policía murieron luego de que unos agresores los balearon en una calle de la ciudad en julio.

Un centro de estudios internacional estimó en un reporte publicado a principios del año que Guanajuato sufrió el segundo costo económico más alto debido a la delincuencia de cualquier otro estado de México, superado únicamente por el más poblado Estado de México, que colinda con la Ciudad de México por tres lados.

Comentarios desactivados en Prevalecen extorsiones de sicarios a empresarios y religiosos en Guanajuato