Redacción
Acapulco, Guerrero, 22 marzo 2017.- El presidente Enrique Peña Nieto advirtió hoy aquí que el avance del populismo pone en riesgo los valores que defiende el liberalismo en las sociedades del mundo, pero reconoció que el descontento social hacia las instituciones por los problemas económicos y la desigualdad social ha provocado el cuestionamiento sobre mantener el modelo liberal.
Al inaugurar en este puerto la Convención Bancaria número 80, explicó que cuando habla de populismo se refiere a posiciones dogmáticas que postulan soluciones aparentemente fáciles, pero que en realidad cierran espacios de libertad y participación a la ciudadanía.
Las lecciones que han dejado los episodios de populismo en el mundo es que “no hay salidas fáciles, ni soluciones mágicas, por el contrario, la mejor ruta para superar los retos de un país es asegurando las condiciones para que cada persona pueda desarrollar todas sus capacidades”, argumentó.
Ante autoridades y representantes del sector financiero, el jefe del Ejecutivo destacó que este rumbo de superar los retos es el que ha seguido el gobierno de la República desde hace cuatro años.
“Iniciamos por este camino en 2012, enfrentando la disyuntiva de gobernar siguiendo la inercia o de gobernar para transformar la vida de los mexicanos; con decisión optamos por la transformación nacional, impulsar un gobierno que ha puesto en el centro de las políticas públicas al individuo y a sus libertades”, destacó.
Peña Nieto aclaró que avanzar por esa ruta no ha sido fácil, pues en ocasiones ha implicado tomar decisiones complejas para eliminar barreras que por largo tiempo frenaron nuestro potencial.
“Gracias a ello, el México actual ya es muy distinto al México de hace cuatro años, hacia delante la visión que tengo sobre México es la de un país que se modernizó para entregar mejores condiciones a su población”, subrayó.
Sin embargo, advirtió, cambiar de ruta regresará a un periodo donde no había libertad de expresión y el Estado controlaba desde la venta de papel hasta la fabricación de bienes.
“Bajo este panorama mundial, el riesgo de que las sociedades opten con salidas ilusoriamente rápidas a en aumento. En la historia del mundo existen ejemplos de cómo la llegada de doctrinas extremas terminan lastimando las condiciones de vida de la población, profundizando aún más el descontento ciudadano”, dijo.
Durante su participación en la 80 Convención Bancaria, el mexiquense recordó que los países de mayor desarrollo encontraron que en los valores del liberalismo están las estructuras, las condiciones y los pilares para dar sustento al desarrollo y prosperidad.
Por ello, precisó, México optó por aplicar ese modelo, que implicó cambios estructurales y decisiones complejas y profundas.
“Uno de los dilemas que hoy enfrentan las sociedades del mundo, el avance del populismo que pone en riesgo los valores que defiende el liberalismo, coincido.
“A qué me refiero cuando hablo de populismo: a posiciones dogmáticas que postulan soluciones aparentemente fáciles, pero que en realidad cierran espacios de libertad y participación a la ciudadanía.
“Esto en contraposición a la sociedad ciudadanos libres que hemos logrado como País, en la que el papel del Estado es ser garante de esta libertad, abriendo oportunidades para su desarrollo”, apuntó.
México, dijo, ha dejado atrás el modelo en el que el Gobierno controlaba todo: desde indicar a la banca comercial a qué sectores prestar y a qué tasas, ser prácticamente el único proveedor de bienes como el papel, con el que proveían a los periódicos, hasta fabricar bicicletas, cerrando el paso a iniciativa privada.
Además, aseveró, donde la libertad de expresión era un privilegio solamente de “los alineados”.
“Durante la última década hemos observado y padecido situaciones complejas, como la desaceleración económica en diversas regiones, la caída en el precio de las meterías primas, como del petróleo, así como un entorno de volatilidad financiera y aversión al riesgo.
“Además, la desigualdad social ha crecido en algunas regiones, y no sólo me refiero a México, sino al mundo entero, a regiones diversas, provocando serios cuestionamientos a los fundamentos de liberalismo, incluyendo el libre mercado, y generando un descontento ciudadano hacia las instituciones”, expresó.
Sin embargo, insistió, existen lecciones que los mexicanos deben aprender para no regresar a ese periodo.
“La lección que nos dejaron estos episodios, es que no hay salidas fáciles ni soluciones mágicas, por el contrario, la mejor ruta para superar los retos de un país, es asegurando las condiciones para que cada persona pueda desarrollar todas sus capacidades.
“Este ha sido el rumbo que ha seguido el Gobierno de la República en estos casi cuatro años”, consideró.