Agencias, Ciudad de México.- El cese de las exportaciones rusas sería doloroso para ambas partes. Por eso, Rosatom era, hasta hace poco, una de las pocas empresas rusas que no habían caído bajo las sanciones de Occidente. Al mismo tiempo, Occidente sabe que debe disminuir su dependencia de Rusia en la energía atómica. Solo el presidente húngaro, Viktor Orbán, lo ve de otra manera.
“Se restringirán las entregas de una serie de productos, y también nosotros deberíamos pensar sobre ciertas restricciones, como para el uranio, el titanio y el níquel”, dijo el presidente de Rusia, Vladimir Putin, a mediados de septiembre, e instruyó a su gobierno para que evaluara restricciones a las exportaciones.
Ya en 2022, el Kremlin había tratado de poner bajo presión a Europa con su suministro de gas. El objetivo era socavar la ayuda de Occidente para Ucrania, que se defiende de la agresión bélica de Rusia. Ahora, las nuevas amenazas no son del todo absurdas, ya que Estados Unidos y la Unión Europea importan de Rusia las materias primas antes mencionadas.
Junto con Rosatom, también las empresas europeas Urenco y Orano enriquecen uranio en grandes cantidades. Ambas están ampliando sus capacidades para aumentar las exportaciones al importante mercado de EE. UU. Si eso funcionara, EE. UU. podría, en unos cinco años, y la UE algo más tarde, desistir de importar uranio de Rusia, explica a DW Dmitrij Gortschakov, experto en energía atómica de la organización ecologista internacional Bellona. Empresas estadounidenses importan cada vez más uranio enriquecido de China. Supuestamente, se trata de uranio vendido por Rusia. Eso demuestra que, a pesar de las sanciones, las materias primas rusas llegan al mercado de EE. UU. a través de China u otros países.
La producción de titanio en Rusia está casi completamente en manos de VSMPO-Avisma, una compañía con sede en la ciudad de Verchnjaja Salda, en los Urales. Forma parte de las empresas líderes en el sector, con un 15 por ciento de la producción mundial de esponja de titanio, la materia prima básica con la que se producen lingotes de titanio. Más de la mitad de todas las existencias mundiales de esponja de titanio, sin embargo, se producen en China, menos de un 25 por ciento en Japón, y casi un 10 por ciento en Kazajistán.
VSMPO-Avisma también está afectada por sanciones de EE. UU., pero no por las de la UE. Antes de la guerra en Ucrania, la compañía de aeronavegación estadounidense Boeing y la europea Airbus eran los clientes principales de VSMPO-Avisma, que cubría casi un tercio de la demanda de titanio de Boeing y más de la mitad de la de Airbus. Boeing anunció a principios de 2022 que ponía fin a la cooperación con VSMPO-Avisma, y Airbus lo hizo a finales de ese año. Pero en la industria de la aeronavegación es casi imposible cambiar sin más los proveedores de titanio.
Bajo ciertas condiciones, algunas empresas estadounidenses pueden negociar con VSMPO-Avisma. Las sanciones de Canadá contra la empresa rusa también prevén excepciones, como, por ejemplo, para los fabricantes Bombardier y Airbus. Muchos proveedores de Boeing, incluido el fabricante francés de componentes Safran y el fabricante británico de motores Rolls-Royce, también siguen obteniendo titanio de Rusia. Airbus lo hizo al menos hasta noviembre de 2023. No se encuentran disponibles datos comerciales más recientes de la base de datos ImportGenius. Las exportaciones de esa empresa a Europa alcanzaron los 345 millones de dólares en 2023, frente a los 370 millones de dólares del año anterior.
A diferencia de la UE, EE. UU. puede terminar más fácilmente con la dependencia de titanio de Rusia, ya que cuenta con empresas que elaboran la esponja de titanio, indica Andy Home, experto en metales y columnista de la agencia Reuters. Por lo tanto, la UE depende cada vez más de EE. UU. para obtener titanio, lo que contradice la ley de la UE sobre materias primas críticas aprobada este año. Pero la UE no tiene otra opción por el momento.
Uno de los mayores productores de níquel del mundo, la empresa rusa Norilsk Nickel, quedó a salvo de las sanciones durante mucho tiempo. EE. UU. y el Reino Unido aplicaron restricciones por primera vez hace un mes, lo cual la UE aún no ha hecho.
Pero las exportaciones de la empresa ya habían cambiado con el inicio de la guerra. En 2021, más del 50 por ciento de las ventas de Norilsk Nickel se destinaron a Europa y otro 16 por ciento a Norte y Sudamérica. La participación de Asia fue sólo del 27 por ciento. En 2023, la participación de Europa cayó al 24 por ciento y la de América del Norte y del Sur, al diez por ciento. La participación de Asia, sin embargo, aumentó al 54 por ciento.
Pero la reorientación de Occidente a Oriente no es el único desafío para esa compañía rusa. La demanda de níquel ha aumentado fuertemente en los últimos años, ya que la materia prima es necesaria para la producción de baterías de iones de litio para automóviles eléctricos. Pero el precio del níquel ahora es más bajo que antes de que comenzara el ataque de Rusia a Ucrania. Una de las razones es que Indonesia, que tiene reservas de níquel significativamente mayores que Rusia, entró inesperadamente en ese mercado.
Así las cosas, las perspectivas de la empresa rusa en la producción de níquel son inciertas, dice Andy Home, de Reuters. Para evaluar las posibles restricciones a la exportación de materias primas rusas, Vladimir Putin advirtió a su gobierno no tomar medidas que pusieran a la economía rusa en desventaja. En cuanto al níquel, al menos Rusia no podrá usar ese material como un arma geopolítica.