Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- Las cortinas de polvo que rodean a las estrellas lejanas y a su vecindario podrían facilitar y a la vez dificultar a los científicos la localización de planetas potencialmente habitables en dichos sistemas estelares. Esas cortinas de polvo pueden ser análogas a la masa de polvo interplanetario del vecindario de la Tierra, producido por fenómenos tales como fragmentación de cometas o colisiones entre asteroides. Por eso, la presencia de tales cortinas de polvo es una señal delatadora de la posible existencia de planetas. Sin embargo, dicha presencia de polvo dificulta al mismo tiempo la observación de los mundos tras las cortinas.

La iniciativa HOSTS (Hunt for Observable Signatures of Terrestrial Systems), incluye entre sus objetivos principales, buscar tales cortinas y ver cuán difícil resulta observar a través de ellas. El equipo de Steve Ertel, del Observatorio Steward, adscrito a la Universidad de Arizona, en la ciudad estadounidense de Tucson, intenta averiguar más cosas sobre cómo ese polvo afecta a la capacidad de observar nuevos mundos. El objetivo es ayudar a guiar el diseño de futuras misiones de localización de planetas.

Recientemente, se han presentado los primeros resultados de esta línea de investigación sobre dicha obstaculización ejercida por el polvo.

Utilizando el LBTI (Large Binocular Telescope Interferometer), instalado en el Monte Graham de Arizona, los autores del estudio miden el brillo del polvo caliente que flota en los planos orbitales del vecindario de otras estrellas. Se han hecho ya rastreos del polvo en las zonas orbitales habitables en torno a estrellas cercanas. Dichas zonas son el espacio comprendido entre la distancia mínima y la máxima en la cual el calor recibido de una estrella es el idóneo para permitir la existencia de agua líquida en la superficie de un mundo.

El LBTI es de 5 a 10 veces más sensible que el anterior telescopio capaz de detectar lo que se conoce como “polvo exozodiacal”. El polvo que orbita a nuestra estrella en el plano de nuestro sistema solar se llama polvo zodiacal, y la luz reflejada por ese polvo se denomina luz zodiacal. Para otros sistemas solares, se repiten los términos aunque precedidos de “exo”.

Entre los hallazgos más importantes hechos en esta primera fase de la investigación, destaca el de que la mayoría de las estrellas inspeccionadas semejantes al Sol no poseen niveles elevados de polvo. Esto es una buena noticia para futuras iniciativas de estudio de planetas potencialmente habitables alrededor de esas estrellas. Se espera un informe final sobre los resultados completos de esta investigación a principios del próximo año.

Fuente: NASA.

Ilustración que muestra qué aspecto podría tener el firmamento de un planeta en un sistema solar particularmente polvoriento. Foto: NASA/JPL-Caltech
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