Agencias / Kabul.- Al menos 13 personas, incluidos 2 niños, murieron y varias resultaron heridas durante el ataque de un grupo de hombres armados a un hospital en el oeste de la capital afgana, Kabul, operado por Médicos Sin Fronteras (MSF), informan medios locales. .

Desde el interior del centro médico se han escuchado explosiones y disparos. Según testigos, el personal médico se encontraba atrapado dentro mientras continuaba el tiroteo.

El Ministerio del Interior afgano ha anunciado que una unidad especial de la Policía ya llegó al lugar.

Algunos informes indican que al menos una de las explosiones reportadas ocurrió cuando un terrorista suicida ingresó a las instalaciones del hospital e inició el ataque.

Detrás del hospital hay un hostal donde residen los extranjeros, detalla Tolo News. Aparentemente, los atacantes han intentado ingresar allí a través del hospital, según fuentes de seguridad citadas por el medio.

Según una fuente de Reuters en el Ministerio del Interior afgano, el ataque ocurrió cuando se suponía que el viceministro de Salud visitaría el hospital.

El barrio en la diana, Dasht-e-Barchi, está habitado por hazaras, una minoría de rasgos mongoloides y confesión chií, que es objetivo habitual del denominado Estado Islámico (EI). Miles de jóvenes hazaras han combatido contra EI en Irak y siguen haciéndolo en Siria, enrolados en brigadas internacionales chiíes organizadas por Irán. Los talibanes, enemigos jurados de Estado Islámico, ya han declarado no tener nada que ver con el atentado.

Dentro del hospital siniestrado, Médicos Sin Fronteras cuenta con una unidad de maternidad y pediatría con un centenar de camas. Este centro hospitalario es el único preparado para los partos de urgencia o con complicaciones en una zona con más de un millón de habitantes.

Cabe decir que este no es el peor ataque que sufre la oenegé francesa en Afganistán, ya que su clínica en Kunduz fue objeto de un bombardeo aéreo estadounidense en 2015, que dejó al menos 42 muertos -14 de ellos, personal médico- y docenas de heridos y desaparecidos.

Este tipo de atentado tampoco es nuevo en Kabul, donde en 2017 un hospital militar fue atacado por terroristas disfrazados de médicos, con el resultado de decenas de muertos.

El atentado de hoy ocurre veinticuatro horas después de que Estado Islámico provocara algunos heridos con la explosión de cuatro artefactos en la capital afgana, el mismo día en que se anunciaba la detención de tres responsables de EI, entre ellos el cabecilla para el subcontinente Indio, Abu Omar al Jorasani.

Mientras tanto, esta misma mañana en la provincial oriental de Nangarhar –donde se suceden los enfrentamientos entre los talibanes y células de Estado Islámico- un terrorista suicida atentaba contra el funeral de un jefe de policía, provocando al menos diez muertos y treinta heridos.

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