Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- En Coahuila el asunto político se anuncia rojo color hormiga para el Partido Revolucionario Institucional una vez que el dirigente nacional de esa fracción Enrique Ochoa Reza, negara la participación del ex gobernador Humberto Moreira Valdés, para ir en busca de cualquier puesto de elección popular, lo que hará que aflore en esta entidad el bloque de ex priístas, que con toda seguridad le engendrarán enorme hueco al partidazo.
Luego de que se hiciera público que Humberto Moreira podría buscar una candidatura por el Partido Joven en Coahuila, la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en la entidad no ha emitido un posicionamiento al respecto.
De acuerdo con el estatuto del Revolucionario Institucional, competir por otro partido político a un cargo de elección popular es una de las causas de expulsión, lo que sucedería si Moreira es abanderado del Partido Joven.
Luego del autodestape de Humberto Moreira, su hijo, Rubén Humberto Moreira Guerrero, dijo que habría al menos 10 partidos de minoría dispuestos a apoyar esta candidatura. Sin embargo, la dirigencia del Partido Social Demócrata Independiente, a cargo de Samuel Acevedo, ha dicho que fue el grupo de Moreira quien buscó el acercamiento con ellos.
En el noticiero “Ciro Gómez Leyva por la mañana” se informó que la diputada local y presidenta del PRI en Coahuila, Verónica Martínez, está desaparecida de la escena pública, incluso ha faltado en las últimas dos semanas a las sesiones del Congreso estatal.
Aunque la semana pasada Martínez entregó su informe de actividades, no ofreció entrevistas a medios.
Distinguidos y excelentísimos amos y amas de su harapiento, famélico y pobretón lobo negro de barriadas, callejuelas empedradas y adoquinadas, callejones de mil recuerdos y extraviados amoríos repletos de paredes pintarrajeadas con ardientes corazones, cerros pelones y secos arroyuelos que abundan por estas tierras de Dios y María santísima, vengo ante ustedes para aullarles en torno al enorme alacrán que se echó encima el mandamás del Revolucionario Institucional en el país, al querer borrar del mapa político a Humberto Moreira.
Eso lo podía haber hecho con cualquier otro priísta que no representara fuerza evidente como para remontar en una contienda electoral, incluso con el sampetrino Javier Guerrero García, pero con “el profe” las cosas son diferentes, ya que si decide participar por cualquier otra fracción, fácilmente derrota al tricolor.
Tal vez los sesudos consejeros de Ochoa Reza no le dijeron que Humberto Moreira tiene mucha presencia en las colonias y ejidos no tan sólo de la capital coahuilense sino de todo el Estado, de haberse enterado hubiera pensado dos veces antes de venir con el argüende de decir, que el también ex dirigente nacional del PRI no será candidato en las elecciones estatales del año entrante.
Como se recordará desde el pasado 9 de diciembre, Moreira anunció su intención de competir con las siglas del PRI como diputado local por el Distrito 16 de Saltillo, partido que una semana después lo ratificó como consejero nacional.
Posteriormente Ochoa Reza confió al ser entrevistado que su partido no postulará a Moreira, pero no dio a conocer los motivos de peso para haber tomado tan aventurada decisión.
Con anticipación, el ex mandatario coahuilense hizo circular un mensaje a todos los coahuilenses, mismo que se dio a conocer a nivel nacional, donde expone el hecho de que el PRI le niegue su participación.
Después de la versión esgrimida por Enrique Ochoa, es evidente que ese mensaje se convierte en una seria amenaza para los priístas de Coahuila que encabeza Verónica Martínez, porque tener a Humberto como enemigo en una elección, es como mutilar a más de la mitad de seguidores de ese partido que siguen abrazando con gran cariño “al profe”.
Hay quienes advierten que ya se está conformando lo que será el bloque de ex priístas, mismos que encabezados por Humberto Moreira, habrán de encender la fogata en estas tierras para posteriormente incendiar a la nación entera.
No hay de otra, o el partidazo y Enrique Ochoa recapacitan a tiempo, o se atienen a las consecuencias porque no podrán tapar el enorme hueco que Humberto estará dejando, hoyo más grande que un bache en Saltillo.