Agencias / Ciudad de México.- OHL ha reorganizado su estructura directiva tras el desembarco en el capital de los hermanos mexicanos Luis y Mauricio Amodio hace poco más de dos meses.
Tras el nombramiento del primero como presidente no ejecutivo, los nuevos accionistas de referencia también toman posiciones en los órganos directivos con la designación de Tomás Ruiz, hombre de su confianza, como nuevo director general Corporativo, con ascendencia sobre tres áreas clave: la económico-financiera, la jurídica y la de recursos corporativos, según indican fuentes conocedoras.
El grupo que dirige José Antonio Fernández Gallar ha impulsado asimismo la figura del hasta ahora director general, Manuel Álvarez, quien además de las actividades de Construcción, Industrial y Servicios asume ahora también galones sobre la de Concesiones, una apuesta prioritaria en el futuro de la compañía.
Con el nombramiento del mexicano Tomás Ruiz como nuevo director general Corporativo, OHL cubre un cargo que había quedado vacante desde la salida del histórico Luis García-Linares hace dos años. Ruiz, estrecho colaborador de los Amodio y que ha participado activamente en el proceso por el que se han convertido en los mayores inversores de la constructora al adquirir el 16% del capital al Grupo Villar Mir, tendrá dependencia directa del consejero delegado y pasa a formar parte del comité de dirección.
Bajo el mando de Ruiz quedan agrupadas la Dirección General de Asesoría Jurídica (José María del Cuvillo), la Dirección General Económico-Financiera (José María Sagardoy) y la Dirección General de Recursos Corporativos (Gonzalo Targhetta).
Licenciado en Derecho y Diplomado en Finanzas, Ruiz se ha desempeñado en el pasado, entre otras responsabilidades, como secretario de Infraestructura y Obras Públicas y secretario de Finanzas y Planeación del Gobierno del Estado de Veracruz, en México, y ha sido también director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras). Cuenta así con una dilatada trayectoria en el ámbito político y empresarial en México, otrora el principal mercado de OHL y donde la compañía quiere restituirse como actor tanto en construcción como en concesiones. Para ello, cuenta con el apoyo de los Amodio, dueños del grupo de infraestructuras Caabsa.
Con la incorporación de Tomás Ruiz, la compañía completa el equipo que pilotará la nueva etapa de OHL, en la que el director general Manuel Álvarez gana protagonismo. También con dependencia de Fernández Gallar, se consolida en el área operativa de la compañía al ser nombrado director general de Infraestructuras, Industrial y Servicios. Así, además de ser el máximo responsable del negocio de Construcción, Industrial y Servicios asume el área de Concesiones, por la que OHL apuesta como proveedor de cartera rentable. Para ello creó hace un año Senda Infraestructuras, liderada por el director general de Promoción de Infraestructuras, José María López de Fuentes, quien ahora reportará a Álvarez.
Generar beneficios
OHL afronta con estos cambios el reto de impulsar un nuevo horizonte en el que recuperar la senda de crecimiento después de acumular siete trimestres consecutivos con resultado bruto de explotación (ebitda) positivo. El reto ahora, por tanto, es traducirlo en beneficios. Un objetivo al alcance de la empresa después de que en los dos últimos años, desde el nombramiento de Fernández Gallar como consejero delegado en junio de 2018 -y el posterior fichaje de Álvarez y Sagardoy-, haya acometido una profunda transformación estabilizándola operativamente, ajustando los gastos de estructura en más de 100 millones y reduciendo su endeudamiento para volver a ser competitiva.
Para ello, OHL trabaja en una mejora de su estructura de capital que garantice su viabilidad. Este proceso discurre por refinanciar las dos emisiones de bonos que tiene por un importe conjunto de 593 millones de euros. Se contemplan diversas opciones, entre las que figura la conversión de una parte en acciones y la extensión del plazo, así como una posible ampliación de capital para inyectar nuevos recursos.