Agencia/ Ciudad de México.- Japón está financiando a un equipo científico que planea hacer crecer embriones de animales a los que se han insertado células humanas, por primera vez desde que el procedimiento fue legalizado en marzo.
La decisión fue tomada este 24 de julio por un comité del Ministerio de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología, informa The Asahi Shimbun.
De acuerdo con el plan, los biólogos reformularán los genes de óvulos fertilizados de ratas y ratones, bloqueando el mecanismo de la creación del páncreas. Después, los dotarán con células madre pluripotentes inducidas (iPS, por sus siglas en inglés), tomadas de seres humanos, que pueden transformarse en cualquier tejido, y los insertarán en úteros de esos roedores.
El previsto desarrollo en estos embriones de un páncreas que integre células humanas podría contribuir al surgimiento de un nuevo método de creación de órganos trasplantables, opina el líder del proyecto, Hiromitsu Nakauchi, de las universidades de Tokio y de Stanford.
“No esperamos crear órganos humanos inmediatamente, pero esto nos permite avanzar en nuestra investigación, basándonos en el conocimiento que hemos adquirido hasta ahora”, dijo al rotativo.
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— Asahi Shimbun AJW (@AJWasahi) July 25, 2019
Los científicos consideran la posibilidad de experimentos parecidos —y probablemente en otros animales, como cerdos y ovejas— para crear hígados y riñones, si el proyecto tiene éxito.
A pesar de la afirmación de Nakauchi de que la modificación genética hará a los embriones “mandar las células [iPS] solo al páncreas”, una parte de la comunidad científica se preocupa ante la posible proliferación de células humanas en otros tejidos —entre ellos, los del cerebro— de los roedores.
“Existe el riesgo de que cierta parte del cuerpo se convierta inesperadamente en quimera, una condición en la que existen en un cuerpo células heterólogas [procedentes de otra especie], mezclándose las células humanas en los cerebros o células reproductivas de ratas y ratones”, dijo a The Asahi Shimbun el biólogo Jiro Nudeshima.
Por su parte, el equipo se propone observar los animales durante dos años y asegura que cerrará el experimento si la proporción de células humanas entre sus neuronas llegara a superar el 30%.