Por Erick Olivera Méndez/Ciudad de México.-La gestión de la contratación pública es el eje del buen funcionamiento de los servicios públicos y el cumplimiento de los objetivos gubernamentales. En este sentido, la planeación estratégica es el factor clave para garantizar la eficiencia en los procesos de licitación.
La planeación estratégica en el proceso de contratación pública permite establecer los objetivos, las metas y las estrategias a seguir durante todo el ciclo contractual. Esto implica identificar las necesidades, definir los requisitos, evaluar los riesgos, establecer los criterios de selección y diseñar un plan de contratación que se ajuste a las políticas y normas vigentes. La planificación estratégica también facilita la asignación adecuada de recursos, permite el máximo de eficiencia y un amplio margen para minimizar los riesgos asociados con las licitaciones.
La implementación de una adecuada planificación en el proceso de contratación permite identificar las prioridades y establecer una ruta clara y definida que reduce la duplicación de esfuerzos y agiliza el proceso de contratación, lo que resulta en una mayor eficiencia en la ejecución de los proyectos y en la entrega de bienes y servicios.
La identificación y evaluación de los riesgos asociados a la contratación pública permite su mitigación y prevención, lo que contribuye a evitar posibles irregularidades y a garantizar una gestión responsable de los recursos públicos.
Para lograr una implementación efectiva de la planeación estratégica en el proceso de contratación es fundamental promover la cooperación y coordinación entre las instituciones involucradas en el proceso.
Es necesario fortalecer las capacidades del personal encargado de la contratación pública en temas de planeación estratégica, gestión de riesgos y buenas prácticas en adquisiciones gubernamentales.
También es de suma importancia establecer los mecanismos de seguimiento y evaluación para identificar posibles desviaciones en la gestión y corregirlas oportunamente, garantizando la eficacia y el cumplimiento de los objetivos planteados.
La planeación estratégica en el proceso de contratación pública es una herramienta que contribuye adecuadamente a optimizar los recursos, minimizar los riesgos y mejorar los resultados.
Todo el plan estratégico es un elemento clave para avanzar hacia una gestión pública más eficiente y transparente, en línea con los principios de buena gobernanza y el uso responsable de los recursos estatales. El éxito en su implementación requiere del compromiso y la colaboración de todas las partes involucradas, con el objetivo común de garantizar una contratación pública que contribuya al desarrollo sostenible.