Se trata de una bomba desarrollada por la inteligencia surcoreana que no está diseñada para dañar a seres humanos, sino que tiene por objeto afectar las infraestructuras de energía de Corea del Norte con la finalidad de paralizar el país.
Apodada la ‘bomba apagón’ (‘blackout bomb’, en inglés), se trata de un artefacto que expusaría filamentos de grafito tratados químicamente para que cayesen sobre componentes eléctricos. De forma que los sistemas de energía quedarían anulados mediante cortocircuito. El objetivo sería paralizar los centros de producción y distribución de energía a lo largo ancho del país.
La agencia de noticias estatal de Corea del Sur Yonhap ha asegurado que el arma está siendo desarrollada por la Agencia para el Desarrollo de la Defensa (ADD), dentro del programa ‘Cadena asesina’.
“Todas las tecnologías para el desarrollo de una bomba de grafito guiada por la Agencia para el desarrollo de la defensa fueron adquiridas”, dijo el vocero.
Este tipo de bombas de grafito provocan la interrupción de la energía sin destruir las centrales eléctricas y Seúl sostiene de ser capaz de producirlas en cualquier momento.
“Estamos en la fase en la cual podemos construir las bombas en cualquier momento”, indicó.
Según la ADD, se ha obtenido toda la tecnología necesaria para el desarrollo de una bomba de grafito, por lo que Corea del Sur puede construirla en cualquier momento. El Ministerio de Defensa ha pedido un presupuesto para el próximo año en el que incluye 500 millones de wones (437 mil dólares) para el proyecto.
La bomba se conoce a menudo como una “bomba suave” ya que solo afecta a los sistemas eléctricos a los que apunta. Fue utilizada por primera vez por Estados Unidos contra Irak en la Guerra del Golfo, en 1990-1991 y por la OTAN contra Serbia en mayo del 1999.
Fuente: Yonhap.