Agencias, Ciudad de México.- Algunos dueños de distintos palcos del estadio Azteca se están negando al hecho de que la FIFA controle sus lugares por el Mundial del 2026, mismo que será en México, Estados Unidos y Canadá.
Roberto Ruano es propietario de un lujoso palco en el Estadio Azteca de la Ciudad de México donde él y su familia pueden ver partidos de fútbol y otros eventos con privacidad y comodidad. No planea renunciar a eso para la Copa del Mundo de 2026.
Cuando el estadio sea entregado a la FIFA para el torneo, que tendrá Estados Unidos, Canadá y México como coorganizadores del torneo, espera que el ente rector del fútbol mundial respete un acuerdo que data de la construcción del estadio hace seis décadas y que brinda a los propietarios de palcos acceso ilimitado a sus asientos por 99 años.
“Ya pagamos el derecho a estar allí cuando compramos el título y no puede haber restricciones para nosotros”, afirmó Ruano, de 61 años, que también es portavoz y secretario de una asociación de 134 propietarios de palcos. “Tenemos un título que nos respalda. No es tema de debate”.
Lo que no está claro es si el propietario del estadio y la FIFA lo ven así.
La FIFA quiere el control total de los estadios del Mundial 30 días antes del primer partido y siete días después del último. Pero la peculiar historia de cómo se compraban los palcos en el Azteca complica las cosas.
Para ayudar a financiar la construcción del estadio en la década de 1960, el empresario mexicano Emilio Azcárraga Milmo vendió palcos a inversionistas privados por 115,000 pesos, o alrededor de 9,000 dólares en ese momento, otorgando a los propietarios derechos de uso durante 99 años. Eso incluía acceso a partidos de fútbol, conciertos y otros eventos, incluidas las Copas Mundiales de México de 1970 y 1986, relató Ruano.
“No hubo problemas en 1970. Para el Mundial de 1986 nos querían fuera y nos reunimos con funcionarios de la FIFA, y nos permitieron usar nuestro lugar sin pago extra, así que hay un precedente para ello”, dijo.
Los palcos del estadio Azteca son un producto de lujo en la Ciudad de México. El precio actual de venta por un espacio de 20 metros cuadrados oscila entre 15 y 25 millones de pesos (entre 900,000 y 1.5 millones de dólares). Algunos propietarios los alquilan para eventos puntuales.
Ruano, cuyo padre compró el título del palco, dijo que tenía esperanzas de encontrar una solución para la Copa del Mundo de 2026 después de conversaciones con funcionarios del estadio la semana pasada, aunque aún no había ninguna propuesta concreta sobre la mesa.
Emilio Azcárraga Jean, actual propietario del estadio a través de la empresa multimedia Televisa e hijo de Emilio Azcárraga Milmo, dijo que esperaba que el tema se resolviera pronto.
“Para mi padre en ese momento era muy importante vender las cajas para terminar la construcción y hasta el momento no ha habido ningún problema previo con los dueños de las cajas. Intentaremos encontrar una solución”, dijo Azcárraga Jean a W Radio, propiedad de Televisa.
Cuando se le pidió un comentario, la FIFA dijo que estaba colaborando con las 16 ciudades anfitrionas de la Copa Mundial 2026, incluidos los planes de remodelación para el estadio Azteca, que pasará a la historia del fútbol como el primer estadio en albergar partidos en tres Copas Mundiales distintas.
“Los detalles específicos sobre el acceso de los aficionados y otra información sobre los partidos se anunciarán a su debido tiempo”, dijo la FIFA.
Los detalles de los planes de remodelación para la Copa del Mundo aún no están claros, pero Ruano dijo que algunos propietarios de palcos fuera de su asociación acordaron liberar sus asientos para el torneo de 2026 a cambio de mejoras de sus palcos y otros beneficios.
“Cada propietario tiene derecho a buscar lo que sea mejor para él”, dijo. “Pero ese no es mi caso, tengo derecho a estar allí y nadie puede obligarme a salir, sería como si alguien me obligara a salir de mi propia casa”.
El gol de tijera que hizo Manuel Negrete en México 86, seguido de un jalón de pelos de Javier Aguirre, se repite una y otra vez en los mejores goles de las Copas del Mundo; ahora, el ex jugador es parte de la asociación que exige se respete el derecho de asistir al Mundial del 2026 desde sus palcos, en el Estadio Azteca.
Negrete, como integrante de la Asociación Mexicana de titulares de palcos y plateas de México, ha tocado las puertas de los encargados de la empresa “Futbol del Distrito Federal SA de CV”, que administra el Estadio Azteca, para conocer los planes de remodelación y el futuro de los palcos del inmueble que busca ser por tercera vez sede de la inauguración de la Copa del Mundo. La respuesta que señalan han recibido: “no les interesa hablar con nosotros”.
“Ya intentamos contactarnos con la gente del Estadio Azteca y no tuvimos respuesta. Buscamos al licenciado Joaquín Balcarcel (representante de Televisa) y la respuesta fue negativa, por ahora no les interesa hablar con nosotros. Con las actuales autoridades del estadio no nos interesa hablar, porque hemos sido maltratados y discriminados por ellos”, aseguran desde la Asociación Mexicana de titulares de palcos y plateas de México.
El contrato entre los propietarios de los palcos del Estadio Azteca y la empresa “Futbol del Distrito Federal SA de CV” indica que los dueños tendrán acceso a todos los eventos del inmueble por 99 años, un acuerdo que se ha hecho respetar en Mundiales pasados y que se haría válido por medio de instancias judiciales, en caso de ser necesario.
“No lo hemos hecho todavía, porque nuestra intención es de diálogo y mantener las puertas abiertas para negociar con el estadio, pero si en un momento dado no nos quieren permitir el acceso, tendremos que acudir a instancias legales para hacer valer nuestros derechos”, asegura Roberto Ruano, respaldado por alrededor de 100 propietarios de palcos.
Hay un antecedente: En el Mundial de México 86, en el que Negrete acabó como una de las figuras, el Estadio Azteca intentó negarles el acceso a los propietarios de los palcos, debido a que la FIFA quería operar todo el inmueble. Hubo una amenaza: “o pagan sus boletos o el Mundial se va a otro estadio”, la Copa del Mundo no se fue.
“En 1986, FIFA exigió en el cuaderno de cargos estadios limpios, nos unimos alrededor de 30 o 40 propietarios de palcos, y tuvimos una entrevista con Emilio Azcárraga, padre, nos dijo que lo pensáramos bien, que nos daba 15 días y nos recomendaba que pagáramos por entrar a los partidos, que en caso de que no quisiéramos hacerlo, como estábamos en el derecho de no querer pagar, él se iba a llevar el Mundial a otro estadio, el Estadio Corregidora”, recuerda Ruano, en entrevista con este medio.
Los titulares de los palcos lograron llegar a un acuerdo de palabra para tener acceso a los partidos del mundial. En la actualidad, la FIFA ha hecho visitas constantemente, para revisar el estado de los estadios que serán sede de la Copa del Mundo 2026, entre ellos el Estadio Azteca.
La información circula de rumor en rumor y la puerta se las han cerrado en más de una ocasión a los propietarios de los palcos, pero ellos están listos, para actuar en caso de que los quieran dejar fuera del tercer Mundial que organiza México.