Texto Periódico Marca/Turín.- La Juventus sigue con un paso imperial en Italia. Parece que nadie puede poner fin al caciquismo con el que dominan los bianconeri en el calcio. La última víctima fue el Udinese de Julio Velázquez, un púgil que opuso resistencia cuanto pudo porque la Vecchia Signora no da opción al error en este inicio, de ahí que sume 10 partidos y 10 victorias (ocho en Serie A y dos en Champions League).
Un triunfo (0-2) que tuvo como protagonista principal a Cristiano Ronaldo. El astro portugués, en una semana llena de sombras en lo extradeportivo, habló donde mejor sabe hacerlo, en el verde. Un gol que latigazo con la izquierda desde el balcón del área que supuso el 0-2 de la contienda y que reafirma a esta Juventus como el rival a batir esta temporada en el Calcio.
Pese a que el encuentro se disputó en el Dacia Arena, la primera parte se vistió de bianconeri, como cabía esperar. Un 63% de posesión y 249 pases evidenciaron el monólogo juventino que fueron los primeros 45 minutos. La propiedad del cuero y el 0-2 con el que acabó el primer acto fue el fiel reflejo de lo que se vivió sobre el pasto de Udine.
El primer golpe de los de Allegri llegó a través de Rodrigo Betancur. El uruguayo condujo y, abrió a la derecha, ahí apareció Cancelo como una exhalación y puso un centro medido que el propio Betancur se encargó de rematar con un cabezazo potente en el que nada pudo hacer Scuffet.
El segundo llegó por la banda contraria. El Udinese intentó salir a la contra y Bonucci despejó. El cuero salió repelido al cielo de Udine y cayó en la parte izquierda. Ahí, Mandzukic fue el más listo de la clase. Recogió el esférico, se dio la vuelta y vio a Cristiano. Con un pase raso que invitaba al golpeo le dejó el balón franco para que el luso armara un cañonazo con pierna izquierda y pusiera el segundo en la contienda.
Era el minuto 37′ y la Juve ya tenía abrochado el triunfo. Una ventaja que bien podría haber sido más abultada si no fuera por Scuffet, quien paró un remate a bocajarro de Mandzukic.
La segunda parte trajo consigo una bajada de pulsaciones considerable en la Vecchia Signora, lo que se tradujo en un mayor protagonismo de los de Velázquez. Con el Udinese llamando a la puerta del Szczesny, Allegri no quería sobresaltos y alentó a los suyos para que metieran una marcha más al encuentro. Un acto que les costó llevar a cabo dada la intensidad que mostraban los locales. Con una gestión prudente de esfuerzos y con el dominio del balón volviendo a manos bianconeri el partido poco a poco fue decayendo.
Pese al ritmo bajo que fueron implementando los turineses, Cristiano tuvo el segundo en un remate que le salió centrado en el 62′, más tarde en el 68′, tras dos bicicletas dentro del área le sirvió el cuero a Bernardeschi, pero el disparo del italiano fue inofensivo.
Pusseto avisó a la Juventus de que el choque no había finalizado. Un aviso que tuvo contestación inmediata con una jugada colectiva que acabó con CR7 rematando solo en el punto de penalti, pero de nuevo Scuffet le privó del gol sacando el remate con el pie.
Los minutos transcurrían y las fuerzas flaqueaban en ambos bandos. Síntomas que trajeron consigo espacios y muchos errores en un partido que, según avanzaba en el cronómetro, sumaba cada vez terreno descubierto.
El campo abierto en el que se convirtió el Dacia Arena beneficio a una Juventus que movía el balón a su antojo mientras el Udinese perseguía sombras bianconeri. Cancelo pudo poner el tercero con un disparo desde la frontal en el 84′, pero el cuero se estrelló con la madera. Con una Juve al tran tran en los últimos minutos se puso fin a un partido en el que Cristiano marcó su cuarto gol en Serie A en una semana difícil para el portugués. Un tanto que sirvió para sumar el décimo triunfo de la temporada, siendo éste el mejor arranque histórico de la Juventus.
