Agencias / InsurgentePress, Ciudad de México.- El lanzamiento de OSIRIS-REx desde Cabo Cañaveral se llevo a cabo el 8 de septiembre de 2016. La misión orbitará, hará mapas detallados de su superficie, recolectará muestras del asteroide Bennu, y lo regresará a la Tierra 7 años después.

Bennu fue descubierto en el año 1999 por el programa Lincoln de Investigación de Asteroides Cercanos a la Tierra (Lincoln Near Earth Asteroid Research o LINEAR, por su acrónimo en idioma inglés), que está patrocinado por la NASA. Bennu mide aproximadamente 503 metros (1650 pies) de ancho y pesa más de 60 millones de toneladas. Imagine una roca de la altura del edificio Empire State – ese es el tamaño aproximado de Bennu.

¿por qué traer una muestra de Bennu? Porque el asteroide es interesante debido a su composición rica en Carbon y aminoácidos (elementos básicos para que se de la vida como la conocemos). Ademas tiene otras dos características que lo hacen a Bennu el asteroide perfecto para la misión OSIRIS REX y es accesible para tomar muestras y a su tamaño hace que sea facil para la nave espacial de acceder a este.

Bennu es un asteroide primitivo y es rico en carbon. Los asteroides primitivos contienen material que no ha cambiado significantemente desde que se formaron, hace más de 4,5 mil millones de años. El análisis de cualquier material orgánico que se encuentre en Bennu proporcionará a los científicos un inventario de los elementos que existieron durante el inicio del sistema solar. Este material tan primitivo como el de Bennu se estima que pudieron haber tenido un papel importante en el origen de la vida en la Tierra y, he incluso posiblemente, en otros lugares mas allá de la Tierra.

El Dante Lauretta de la Universidad de Arizona, quien es el investigador principal de la misión OSIRIS-REx, dice que confeccionar mapas y tomar muestras de este asteroide “podría dar respuestas a las preguntas más básicas que se hacen los seres humanos, como: ‘¿De dónde venimos?’”.

Para llegar a Bennu, OSIRIS-REx llevará a cabo una serie de maniobras en el espacio profundo; primero, orbitará el Sol durante un año y luego en el 2017 usará el campo gravitacional de la Tierra para acelerar su trayectoria hacia Bennu.

La nave espacial pasará dos años sobre volando muy cerca la superficie de Bennu y sus cinco instrumentos tomarán imágenes del asteroide, documentarán su composición, forma abultada e investigarán sus propiedades químicas y físicas.

En julio de 2020, OSIRIS-REx se acercará a Bennu y ejecutará su maniobra denominada “touch-and-go” (toco y me voy, en idioma español), o TAG, por su acrónimo en idioma inglés. Desde la nave espacial se extenderá un brazo mecánico que funciona como una combinación de pala-aspiradora para tomar muestras y palo saltarín.

La nave espacial lentamente se acercará al asteroide hasta que la pala, ubicada en el extremo del brazo mecánico, toque suavemente y brevemente la superficie de Bennu. La maniobra se podrá ejecutar hasta tres veces y OSIRIS-REx podría abandonar Bennu con aproximadamente 4,4 libras (2 Kg) del suelo del asteroide.

Los investigadores están ansiosos de descifrar los misterios de Bennu también por otra razón. Bennu gira alrededor del Sol entre las órbitas de Venus y Marte, asi que seis años cruza la órbita de nuestro planeta y se acerca a la Tierra .

En el año 2135, Bennu tendrá un encuentro especialmente cercano con la Tierra, ósea mas cerca de la órbita lunar. Este acercamiento cambiará la órbita de Bennu y será más difícil predecir cuánto más cerca de la Tierra puede que llegue después de ese encuentro cercano. Lauretta dice: “Tenemos que aprender todo lo que podamos acerca de Bennu”.

Aunque es bastante difícil predecir la trayectoria exacta de un asteroide como Bennu debido al efecto Yarkovsky. Bennu es un asteroide casi negro por lo tanto absorbe la luz del Sol y luego la expulsa en forma de calor, lo que actúa como un suave propulsor que gradualmente cambiaría su trayectoria, a este efecto se le llama el efecto Yarkovsky.

Edward Beshore, el principal investigador adjunto de la misión OSIRIS-REx, en la Universidad Arizona, afirma: “Obtendremos mediciones precisas del efecto Yarkovsky sobre Bennu mediante el seguimiento de OSIRIS-REx en su órbita alrededor del asteroide”.

Si todo sale como está planeado, OSIRIS-REx encenderá su motor principal en marzo del año 2021 y así comenzando su viaje de regreso a la Tierra. Las muestras llegarán en septiembre del año 2023, dentro de la cápsula de OSIRIS REX con pequeños trozos de Bennu, y aterrizara en el Área de Prueba y Entrenamiento de Utah (Utah Test and Training Range, en idioma inglés).

A partir de ahi, la cápsula y su valioso contenido viajarán hasta el Centro Espacial Johnson (Johnson Space Center, en idioma inglés) de la NASA en Houston, TX, donde se efectuaran extensivos análisis de este primitivo asteroide primero por científicos de la misión y luego por científicos de todo el mundo.

Para obtener actualizaciones sobre la misión OSIRIS REX, a Bennu de ida y vuelta, consulte: www.asteroidmission.org.

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