Por Manuel Narváez Narváez/InsurgentePress.

Cabañuelas a diario en Chihuahua

Paulatinamente disminuye el impacto mediático por la cacería de priístas que gobernaron a Chihuahua de 2010 al 2016. Igualmente se diluye la posibilidad de poner tras las rejas al gobernador César Duarte Jáquez, acusado de peculado de más de seis mil millones de pesos.

Si bien es cierto hay tres exfuncionarios estatales en prisión preventiva, uno de ellos alcalde de la capital (2013-2016), también es cierto que medio centenar de excolaboradores de Duarte habrían recurrido a la protección del amparo. A 20 de ellos no les fue concedido en virtud de no existir orden de captura. Les lanzaron el anzuelo y cayeron; solitos se hicieron de culpa.

Ya son más de dos semanas de haber iniciado la contraofensiva para revertir el declive de su gobierno y, Javier Corral sigue invirtiendo la mayor parte del tiempo y recursos en atrapar a su antecesor. Con razones o sin ellas, el mandatario debe expandir el horizonte y el alcance de lo que pretende para Chihuahua y sus gobernados. No es posible que la apuesta sea exclusivamente para encarcelar a quien los chihuahuenses consideran el mayor corrupto de los últimos años.

En el estado más grande de la república somos casi cuatro millones de personas las que esperamos desarrollo en todos los ámbitos y oportunidades de empleos comprobablemente bien remunerados, no solo de los 380 burócratas VIP que acompañan al gobernador en la nómina, en los otros dos poderes donde ha impuesto incondicionales y en los organismos públicos, desconcentrados y descentralizados, en los que también ha impulsado a sus protegidos.

Está más que bien atacar la impunidad. Hace tiempo que reclamamos la aplicación de la ley a los corruptos; a los que están en la mira y a los que ya se presume marcaron el arranque de la administración corralista. Pero insisto, la responsabilidad de un gobierno no se ciñe exclusivamente a entambar a los corruptos; es obligación del titular del poder ejecutivo brindar seguridad a todos por igual, no únicamente a él y a los más allegados de su gabinete.

Es imperativo y urgente argumentar la estadía en palacio con acciones de gobierno tangibles y encaminadas a erradicar de raíz las causas de la pobreza extrema en la zona serrana, rural y los polígonos de marginación urbana; no a punta de despensas ni dádivas como acostumbra el PRI. Sería demagogo y trágico para los más fregados que se acentúe la inercia transexenal de usar al DIF estatal como estética para maquillar la tentación clientelar electoral.

El gobierno de Chihuahua ejerce un presupuesto anual promedio de 62 mil millones de pesos. Ya van 6 meses del cambio de administración y todavía no se visualiza un rumbo claro, muchos menos un proyecto viable y creíble que nos diga “ahora estamos aquí, en el 2021 estaremos acá”.

Felipe Calderón afecta a Margarita

El expresidente de la república dio mucho de qué hablar en días pasados.

Durante la campaña a gobernador en el estado de México, el exmandatario michoacano dio la nota ridícula a atacar tontamente a la abanderada de Morena, Delfina Gómez. Calderón publicó el Tuit: “¿Delfina es nombre propio? ¿O así le dicen por cómo la trata quien la nombró y es su jefe?”. Este traspiés de Felipe coloca en desventaja a su esposa Margarita Zavala frente a la misoginia del dirigente nacional panista, Ricardo Anaya y del precandidato híbrido (PAN/PRI), porque ambos varones obtienen argumentos para exhibir a la exprimera dama como un títere de su marido; irrespetuoso con las mujeres e intolerante con otras expresiones políticas.

No es la primera vez que Felipe deja mal parada a su cónyuge. Hace unos meses dijo que la dejaría gobernar si ella ganase la presidencia. Válgame la fregada, ahora resulta que Calderón tendría la generosidad de otorgarle a su señora esposa la libertad de gobernar en el caso que ésta gane las elecciones del 2018.

Creo que el expresidente debería hacerse un examen de conciencia y procurar ser autocrítico. Me parece que la mejor manera de apoyar a su candidata al gobierno de Edomex es ensalzando sus virtudes y no denostando a los adversarios. Las campañas de contrastes son válidas, pero estoy convencido de que él no es el idóneo para llevarlas al cabo.

Que no se crea Calderón eso de que los mexicanos extrañan su gestión; no, cuidado con eso. Ciertamente sale menos raspado con relación al gobierno de Peña Nieto, lo cual no quiere decir que haya sido un buen gobernante. Calladito ayuda más.

Peña Nieto, patiño por Venezuela

Alguien por favor que le diga al presidente mexicano que ya no nos haga quedar mal ante el mundo.

Quién le dijo que era la persona indicada para hablar de democracia y prejuzgar al dictador de segunda como lo es Nicolás Maduro.

Esa terrible historia que viven a diario los hermanos venezolanos por culpa de un dictador que no se tienta el alma para llevar a esa nación hermana más allá de los límites de la hambruna y la insalubridad social, no es distinta a la que reescribe el mandatario azteca con los habitantes del estado de México.

Es el colmo del cinismo que Enrique Peña haya ordenado descaradamente a todo su gabinete inundar de dádivas a los jodidos de siempre a dos meses de la elección de gobernador, mientras orondamente exigía restablecer el orden democrático en el país sudamericano.

Tal desfachatez sugiere pensar que el presidente dijo lo que dijo con el único afán de agradar al nuevo amo del imperio, que casualmente devolviera el piropo casi de botepronto cuando por conducto de John Kelly, Secretario de Seguridad Interior, soltó : Presidente de izquierda no sería bueno para EU ni para México.

P.D. Así estamos de jodidos por estos gobernantes. En esta semana santa haré ayuno para no intoxicarme de prójimos como los antes mentados.

Email: mnarvaez2008@hotmail.com

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