Landsat 8 ha estado tomando el doble de imágenes por día que el satélite anterior, Landset 7, del que se sigue aprovechando su trabajo, pero la mayoría del peso de la actualización de Google Earth se la debemos adjudicar al satélite más nuevo. Veamos algunos ejemplos creados con el sistema más nuevo:

Agencias / InsurgentePress / Canada.- La historia de este fenómeno nos lleva hasta el río Slims, en el norte de Canadá. Durante cientos de años el río transportó el agua del deshielo hacia el norte, desde el vasto glaciar Kaskawulsh en el territorio canadiense de Yukon, hasta el río Kluane, para luego continuar hacia el mar de Bering.

Sin embargo, en la primavera del 2016 se produjo un evento que lo cambió todo. Un período de fusión intensa del glaciar significó que el gradiente de drenaje se inclinó en favor de un segundo río, redirigiendo el agua de fusión al Golfo de Alaska, a miles de kilómetros de su destino original.

En aquel instante los indicadores de los ríos mostraron que los niveles de agua habían caído bruscamente entre el 26 y el 29 de mayo de 2016. Para examinar dónde había ido a parar todo el agua el equipo inspeccionó la zona utilizando drones y un helicóptero.

Días después obtenían la insólita respuesta. El culpable de hacer “desaparecer” un río en cuatro días había sido una captura fluvial, un fenómeno que nunca antes habíamos observado.

Cuando hablamos de captura fluvial nos referimos a un fenómeno hidrográfico donde una erosión producida por las aguas de un río puede abrir una brecha en el cauce de otro río, capturando así sus aguas y dejándolo sin caudal.

Sin embargo y como decíamos, lo interesante es que las evidencias históricas sugerían que normalmente toma miles de años para que el proceso ocurra. Dan Shugar, investigador de la Universidad de Washington lo explicaba así:

Los geólogos conocen la captura fluvial, pero nadie ha documentado que el fenómeno suceda en nuestras vidas. La gente había observado el registro geológico hace miles o millones de años, jamás en el siglo XXI como está sucediendo bajo nuestras narices.

Shugar y otros investigadores viajaron al río Slims en una expedición de campo en el Yukón en agosto del 2016, pero cuando llegaron descubrieron que el río, el cual tenía un caudal promedio de unos 480 metros de ancho, había desaparecido. Según James Best, geólogo de la Universidad de Illinois:

Fuimos al área con la intención de continuar nuestras mediciones en el río Slims, pero encontramos el cauce del río más o menos seco. La cima del delta que habíamos navegado en un bote pequeño era ahora una tormenta de polvo. En términos de cambio de paisaje fue increíblemente dramático.

Ante aquellas vistas los científicos se quedaron estupefactos. Mientras que el Slims había sido reducido a un mero goteo, al río Alsek le pasó todo lo contrario. Se trata de un río popular para el rafting que es patrimonio mundial de la Unesco. El año anterior los dos ríos habían sido comparables en tamaño, pero el Alsek ahora era hasta 60 o 70 veces mayor que el Slims según las mediciones de flujo reveladas.

Los estudios realizados sobre el campo llevan a los investigadores a una misma teoría: el cambio climático. El deshielo y el consecuente retroceso de los glaciares en los últimos años (debido al calentamiento de la Tierra) produjo un período de fusión intensa y la perforación de un nuevo canal en el hielo, un hecho que habría reencaminado el flujo hacia el sur a través del río Kaskawulsh.

Esto significa que en lugar de terminar en el Mar de Bering a través del Lago Kluane, el agua de fusión ahora corre en una dirección sur-este y finalmente llega al Océano Pacífico. Un giro masivo, y no sólo porque es la primera vez que la captura fluvial ha ocurrido de forma tan rápida, sino porque es el primer caso en el que los científicos piensan que el fenómeno se produjo debido al cambio climático causado por el hombre.

Aunque las áreas que rodean el río Slims no están pobladas por humanos, los investigadores dicen que los efectos del desvío tendrán enormes consecuencias en los ecosistemas naturales y podrían afectar el futuro suministro de agua en la región. Según explica Rachel M. Headley investigadora de la Universidad de Wisconsin-Parkside:

Mientras que un río glacial remoto que cambia su curso en el Yukon puede no parecer un reparto particularmente grande, el derretimiento del glaciar es una fuente de agua para mucha gente. Los sedimentos y los nutrientes que transportan los ríos glaciares pueden influir en los entornos ecológicos en tierra y en alta mar, así como en la agricultura.

La buena noticia, si es que podemos hablar en estos términos, es que la ubicación del Glaciar Kaskawulsh sugiere que el deshielo de otros glaciares no debería de producir este “robo” de ríos en el proceso.

Sin embargo, no deja de ser una nueva señal de las muchas que estamos encontrando en los últimos años. Nuestras acciones pueden llegar a acelerar escenas dramáticas y difíciles de predecir en los próximos años.

Fuente: Revista Nature.

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