Redacción

Tokio, Japón, 12 marzo 2017.-El primer enfrentamiento de un equipo cubano frente a Israel en eventos oficiales de béisbol ocurrió este domingo en el Grupo E del IV Clásico Mundial y la victoria 4-1 del bien llamado equipo B o C de Estados Unidos en este torneo dejó muchas insatisfacciones en cuanto estrategias y utilización del pitcheo, en tanto complicó el camino en busca de un pase soñado a la semifinal.

Los primeros acordes del vespertino partido en el Tokyo Dome llegaron del bate de Alfredo Despaigne en el segundo capítulo, cuando descargó potencia y velocidad en una recta de Jason Marquis y un aficionado japonés capturó la pelota en lo alto de las gradas del jardín izquierdo. El granmense acumula tres en esta justa y es ya el líder histórico en Clásicos Mundiales con siete.

Desde el montículo antillano, Noelvis Entenza cumplió su función sorteando su propio descontrol en las cuatro entradas que lanzó. Su despedida le abrió el empate a los uniformados de blanco y azul, cuando Ryan Lavarnway (seleccionado el más valioso del Grupo A), le dio tubey al izquierdo y empujó a Ike Davis desde la inicial.

En lo adelante, todo quedaba a merced de un cuerpo de serpentineros de segunda y tercera calidad por parte nuestra: Yoanni Yera y José Ángel García, a quienes le fabricaron las dos del sexto, a la postre decisivas, por hit al derecho de Zach Borenstein al zurdo matancero y doble al mismo jardín de Blake Gailen al líder en salvamento de nuestras Series Nacionales.

Como si fuera poco, en el octavo clavaron la puntilla con un excelente squeeze play que olímpicamente sorprendió a una defensa que jamás se adelantó a la jugada. En esa propia entrada, Cuba perdió la mejor oportunidad de emparejar el marcador, cuando con las bases llenas, William Saavedra mató el inning con fácil roletazo a tercera.

Hasta aquí la descripción del juego con menos imparables de los cuatro jugados y con más descontrol por parte de nuestros serpentineros (8 boletos), lo cual no resta méritos a una sonrisa israelita-estadounidense, que ubica a ese conjunto con medio pasaje en semifinal a no ser que ocurra un descalabro en los siguientes enfrentamientos.

Nuestro conjunto tendrá descanso este lunes y el martes volverá al estadio nipón para enfrentar a la escuadra anfitriona, con un presumible Vladimir Baños en la lomita, lo cual no pudo ser confirmado por el mentor Carlos Martí en la conferencia de prensa.

Moralejas del partido

– Roel Santos está jugando quizás el mejor torneo de su carrera deportiva, tanto a la defensa (su fildeo en el primer episodio quedó entre los tres mejores del día) como con el madero (batea 466, de 15-7)

– Carlos Benítez no pudo ni siquiera consumar un polémico toque de bola en el segundo inning con dos hombres en base sin out. El muchacho no debió alinear, solo que el sustituto, Yordan Manduley, tampoco parece estar en mejor forma, tal y como se vio después.

– El descontrol de nuestros lanzadores fue determinante en el resultado, tanto que en solo dos entradas (tercero y quinto) no embasaron hombres por esa vía. ¿Reflejo de nerviosismo o de lo que habitualmente sucede en nuestra serie nacional?

– La apertura de Noelvis Entenza fue buena. Sorteó con sus recursos y sin esa velocidad supersónica a un equipo Israel que salió a buscar las carreras suficientes para apuntalar a uno de los staff de pitcheo más eficientes del campeonato.

– Despaigne, ¡otra otra vez Despaigne la bendición del arranque cubano!, pero todavía esperamos por el despertar de Saavedra para cubrirlo como merece.

– Yoannis Yera sigue siendo un lanzador del que se espera mucho a partir de sus resultados en casa, pero siempre queda por debajo cuando sube la presión del juego.

– Si de todas maneras Liván Moinello estaba en planes de ser usado en el partido, por qué José Ángel García antes que el zurdo pinareño. ¿Quién es más difícil de batear a este nivel?

– El mentor de Israel, Jerry Weinstein, quitó sin explicación al tercer turno de la alineación (algo increíble en cualquier pelota seria) en el sexto capítulo, pero las críticas no llovieron sobre esa jugada porque en ese ese inning fabricó dos carreras. Así es la pelota de impredecible incluso cuando vas contra la lógica.

– Que Yosvani Alarcón sea el primero de los receptores cubanos en poner out a un estafador de bases es aplaudible, como la cara contraria de la moneda es que en la séptima entrada es que haya sido quieto un corredor sorprendido tratando de regresar a la base.

– La mejor eficiencia de un contrario de Cuba en este torneo la logró Israel: cinco hits y cuatro anotaciones.

– Hay peloteros que comienzan a desesperarse en la caja de bateo: Alexander Ayala, Yoelkis Céspedes y Yurisbel Gracial. Será necesario llamarlos a la calma de los primeros cotejos, pues son imprescindibles para luchar por los triunfos antes Japón y Holanda.

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